domingo, marzo 30, 2008

Alicante, duro como el turrón.

Es muy difícil resumir en dos días de cicloturismo una provincia como la de Alicante, pero las circunstancias (familia) y las prioridades (BIGs) me marcaban unas lineas claras: Xorret de Cati y Tudons-Aitana. A su alrededor había que montar las etapas.

Viniendo de Valencia, imaginé una primera etapa de unos 80 kilómetros en la que debía subir el Alto del Campello (habitual final de etapa en la Vuelta a la Comunidad Valenciana), pasar por Onil, llegar a Castalla y desde ahí subir Xorret de Catí, paraje singular que ha sido final de etapa en 3 ocasiones en la Vuelta Ciclista a España. Aún no siendo una subida catalogada como BIG, a pesar de su dureza, para mí es sin duda un lugar de visita obligada para todo cicloturista que se precie, entre otras cosas por el Monumento al Ciclista que la Diputación de Alicante levantó allí y que conmemora las diferentes llegadas de la Vuelta a España.

Empezando desde Vallada, subir en frío es francamente imprudente. Por eso, atiendo la sugerencia de un amable ciclista de la zona, y decido calentar un poco para enfrentarme a las terribles rampas del 16% que voy a encontrar en el primer kilómetro. El principio de la subida no es dificil de localizar, puesto que las indicaciones de la Ruta de las ermitas son visibles por la localidad. De hecho el nombre de tal ruta unicamente tiene sentido durante los primeros 500 metros, porque una vez pasada la Ermita de San Sebastián ya no encontraremos ninguna más.

De la subida poco hay que explicar: 39x27, el desarrollo máximo que llevo, y a sufrir todo lo que puedo. Cadencia, calculo que alrededor de 30 pedaladas por minuto, je, golpe de riñones y para arriba como puedo. Ni siquiera puedo levantarme mucho puesto que empieza a llover y el suelo empieza a resbalar. Creo que el hecho de tener a los críos animándome es lo único que me permitió coronar con éxito esta subida de poco más de seis kilómetros.

Para que os hagáis una idea del valor de Campello como puerto, sólo os citaré los nombres de algunos vencedores en finales de etapa que llegaron aquí en varias ediciones de la Vuelta a la Comunidad Valenciana: Boogerd (2001), Di Luca (2002), Contador (2007). Este palmarés ya lo quisiera cualquier puerto!

Con una Semana Santa como la que hemos pasado, fría y pasada por agua, una vez descendido el alto del Portixol, continuación del Alto de Campello, llego a Ontinyent y decido subirme al coche de apoyo, je, y proceder directamente hasta Castalla, donde comer una paella tremenda, de forma temeraria, puesto que a los pocos minutos debía enfrentarme al segundo objetivo del día, Xorret de Catí, con rampas de hasta el 24%.

Xorret de Catí ya asusta sólo empezar con un cartel del 20% al inicio. Si en Campello iba a 30 pedaladas por minuto, aquí ya ni os cuento. Un drama. Otra vez son los críos los que me salvan de un KO bochornoso y consigo coronar cuando la paella empezaba a regurgitar.

Sabía que arriba no había cartel, y sabía que las llegadas de la Vuelta se realizaban a los pocos kilómetros de bajar. En concreto llego hasta el Area Recreativa y, un poco más adelante, al Hotel. Justo enfrente de su parking está el Monumento al ciclista. Un monumento con un ciclista de tamaño natural que recuerda inevitablemente el monumento que hay en la cima del Tourmalet, aunque eso no le resta, a mi juicio, ni el más mínimo valor.

Pude disfrutar fotografiando el monumento desde todos los ángulos en un día muy muy gris y brumoso, con lo que las fotografías consiguen un efecto especial que particularmente me encanta:

http://www.flickr.com/photos/17894945@N04/

Perfil del Campello: http://www.rutasdeciclismo.es/index.php?page=puertos&id=70&PHPSESSID=e229f3f5e56d80bcb57bda0a69a54e5b

Perfil de Xorret de Catí

http://www.rutasdeciclismo.es/index.php?page=puertos&id=22&PHPSESSID=e229f3f5e56d80bcb57bda0a69a54e5b

Desde Petrer, autovía directa hasta Benidorm pasando por Alicante. Una vez en Benidorm, dos días completos dedicados a visitar Terra Mítica y disfrutar de sus múltiples atracciones. Eso sí, cada vez que entraba en Benidorm o la observaba desde lo alto, no podía dejar de pensar en todos los alcaldes que ha tenido Benidorm en los últimos 40 años (en concreto me acordaba de sus madres), empezando por Zaplana. Qué desastre! En qué han convertido esta zona maravillosa! Eso sí, con los bolsillos llenos, estarán orgullosos!

La segunda etapa consistía en la subida al puerto de Tudons, su continuación hasta Aitana si era posible, y Ares-Confrides para volver a Benidorm en un bucle de unos 85 kilómetros. Finalmente me decidí por hacerlo en ese orden (Tudons-Ares) y no al revés, para poder subir también Finestrat, un puertecito de tercera que salió del anonimato en el Mundial de 1992 que se celebró aquí, y que tuvo como ganador a Gianni Bugno, por delante de Jalabert y Konyshev. Además, consideré que Aitana era un tramo suficientemente duro como para no hacerlo de segundo puerto y poder pagarlo…

En el año 2001 la Vuelta a España llegó a Aitana, en lo que el recintemente fallecido Enrique Franco llamó el Ventoux español. Allí ganó el danés Moller, delante de Simoni y Sastre, en una Vuelta que finalmente Casero arrebataría a Sevilla en la última contra reloj.

Total, que me veo subiendo Finestrat y Tudons el domingo 23 con un aire en contra considerable (tendría razón Enrique Franco con lo del Ventoux?), y bastante frío a pesar del día soleado. Se trata de un puerto bastante irregular, hecho que añadido al aire que soplaba, convertía una perfecta mañana de cicloturismo en una verdadera putada. Cuando no vas bien, te descuentas de kilómetros (y mira que llevaba los perfiles encima) y no ves el momento de que llegue la cima. Por eso decía que casi agradecí que no se pudiera subir hasta la cima de Aitana. No sé qué deben guardar ahí arriba, pero lo tienen protegido como un verdadero tesoro!

Con los pies y manos congelados, voy bajando Tudons hasta Benasau y afronto el puerto de Confrides (y el paso por el pueblo) con tranquilidad, con el aire que poco a poco se va poniendo a mi favor, ya de regreso a Benidorm. Así, afronto una larguísima bajada hasta Callosa de’n Sarria para terminar de nuevo en Benidorm. Desde luego Confrides por Benasau es un puerto sin ningún valor, como probablemente Tudons por donde lo bajé. Pero ambos son dos señores puertos subidos desde el mar.

En fin, 3 BIGs más al saco (y van 105) y Xorret de Catí, que vale más que todos ellos!

Perfil de Tudons

http://www.rutasdeciclismo.es/index.php?page=puertos&id=47&PHPSESSID=e229f3f5e56d80bcb57bda0a69a54e5b

Perfil de Aitana

http://www.rutasdeciclismo.es/index.php?page=puertos&id=58&PHPSESSID=e229f3f5e56d80bcb57bda0a69a54e5b

Perfil de Ares-Confrides

http://www.rutasdeciclismo.es/index.php?page=puertos&id=62&PHPSESSID=e229f3f5e56d80bcb57bda0a69a54e5b

miércoles, marzo 26, 2008

Homenaje al ciclista


homenaje al ciclista
Cargado originalmente por claudio_m
A veces hay delicias tan cercanas que somos incapaces de descubrir.
En Granollers, al lado de casa, en la calle del Condestable de Portugal, se halla esta escultura, llamada "Homenaje al ciclista", realizada por el escultor Alfredo Lanz, nacido en 1945 en Madrid y residente en Barcelona desde 1970.
Al verlo, es inevitable pensar en Miguel Indurain y su Espada batiendo el récord de la Hora. El casco futurista y las ruedas lenticulares no dejan mucho espacio a la duda.
En cualquier caso, una obra digna de ser visitada.

lunes, marzo 10, 2008

El estadio Olímpico de Berlín


Berlín es una ciudad llena de alicientes. Llena de atracciones: la Columna de la Victoria, los restos del Muro, la Puerta de Brandenburgo, Unter den Linden, el Monumento recordatorio del Holocausto, Postdamer Platz, el Zoológico…

Pero para un amante del deporte es obligado visitar el Estadio Olímpico de Berlín. Desde fuera tiene un aire decadente, quizás acorde con la climatología fría de la Alemania del norte. Ese aire decadente se convierte de repente en un soplo de modernidad al ver la reforma interior y la cubierta que permite proteger los 75.000 espectadores de aforo máximo en caso de lluvia. Unicamente la puerta de Maraton mantiene una ínfima parte del estadio expuesto a las inclemencias del tiempo.


Paseando por los exteriores del estadio no es difícil imaginarse, igual que en muchas de las amplísimas avenidas berlinesas, a soldados desfilando marcialmente. La huella del pasado está presente en toda la instalación, a pesar de la reforma que se hizo para que el estadio acogiera la fase final de la Copa del Mundo de Futbol de 2006, no sin debate previo, puesto que se barajó la posibilidad de demoler el estadio, salvado únicamente para mantener viva la memoria de la historia.

El estadio Olímpico se construyó para albergar los Juegos Olímpicos de 1916, que finalmente no se pudieron celebrar por la Primera Guerra Mundial. Por lo tanto, no fue hasta 1936 que Hitler pudo utilizar las Olimpiadas de Berlín como el instrumento más grande de propaganda que se recuerda, a pesar de las míticas victorias de Jesse Owens.

http://en.wikipedia.org/wiki/1936_Summer_Olympics


El complejo deportivo se completa con las piscinas olímpicas (en un deficiente estado de conservación) y el Langemark Halle, presidido por la inmensa torre del campanario, de 77 metros de altitud. http://berlinerunterwelten.de/es/002/d/dat_olympiastadion/content.htm

Se podría esperar que un lugar como este tuviera un museo. En su lugar, encontramos la tienda de merchandising del Hertha Berlin, el equipo de la ciudad, con un nivel deportivo mediocre, que ni siquiera le permite haber jugado la Copa del UEFA los últimos años. El Museo se halla al aire libre: las esculturas “Los lanzadores de disco” y “los relevistas” dan una imagen solemne y bélica, de acuerdo con las instrucciones de sus promotores. A la vez, existen unos pequeños monolitos que recuerdan los atletas alemanes que consiguieren la medalla de oro en cada uno de los Juegos Olímpicos.

En concreto, el monolito que conmemora los Juegos Olímpicos de Montreal de 1976 es el que contiene la figura de un ciclista en la piedra. Se conmemora de esta forma las medallas de oro que consiguieron los atletas de la República Federal Alemana en esos Juegos Olímpicos, que fueron Gregor Braun, medalla de oro por partida doble, en persecución individual y en persecución por equipos, junto con Hans Lutz, Gunter Schumacher y Peter Vonhof, así como los regatistas de vela Frank Hubner y Harro Bode (Categoría 470), así como los hermanos Jörg y Eckart Dietsch (categoría Flying Dutchman).

El estadio Olímpico de Berlín, por tanto, es de obligada visita. Y no sólo para los italianos, con lo que les gusta mitificar lugares. Está claro que para ellos este estadio será siempre donde Italia consiguió la Copa del Mundo de 2006. Escuchar a sus jugadores cantar el himno de Italia poco antes de jugar la final ante Francia pone los pelos de punta.