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viernes, abril 24, 2009

Amstel Gold Race 2009

(Publicado en el n.30 de la revista Pedalier)

De Amstel Gold Race

La experiencia de mediados de Abril en la Amstel Gold Race empieza mucho, mucho antes. Después de habernos quedado fuera el año pasado, el 15 de Enero era la fecha en que se abrían las inscripciones por Internet. O sea que todos atentos para el primer día inscribirnos.

Sin embargo el día D es imposible acceder a su página (tipo Quebrantahuesos, ya sabéis), y al día siguiente aparece un mensaje donde dice que han agotado las 12.000 inscripciones en 30 horas y que muchas gracias, bla, bla, bla.Bueno, otro año será, 2010?, 2011?


Un día de marzo de repente todo cambia. ¡Uno de los habituales de nuestras escapadas belgas en primavera ha conseguido que un esponsor de la prueba nos invite! Menuda sorpresa. Ahora el tiempo corre y hay que cerrar los vuelos, el alquiler de la furgoneta y los hoteles. Benditas prisas!!


De Amstel Gold Race

Apenas regresar de las vacaciones de Semana Santa ya estamos de viaje otra vez camino de Valkenburg. En esta ocasión vuelo en Ryanair hasta Charleroi, alquiler de furgoneta hasta Lanaken (aún en Bélgica, el lugar más cercano donde encontramos hotel) y el sábado ya está todo a punto para hacer la prueba de 150 kilómetros (existen 5 posibilidades para todos los gustos, 250, 200, 150, 100 y 50 km). A pesar de que nos entregan un chip para control de tiempos, la salida es libre y en nuestro caso es de 7,00 a 11,00. O sea que no hay que madrugar en exceso, al final acabaremos saliendo de los últimos…


De todas formas la gente se lo toma como lo que esto es realmente, una verdadera fiesta de la bicicleta. Numerosos grupos de ciclistas los encuentras parados en alguna terraza almorzando, aprovechando un momento de sol. El que quiere se aprieta unos kilómetros, el que no, se detiene tanto como quiere.


La marcha en sí pues más dura de lo que cualquiera podría pensar de una marcha holandesa. Obviamente en la zona de las Ardenas las cotas son como las belgas, cortas pero duras. Nos sorprende especialmente la dureza de la penúltima subida, el Keutenberg, que en la distancia impresiona y que nos recordó muchísimo al terrible Koppenberg del Tour de Flandes, sólo que sin adoquines.


El final de fiesta es la subida al Cauberg, en el que el cuerpo ya me pide el triple plato. Termino contento y es el momento de tomar la cerveza (Amstel por supuesto) y comentar la marcha con los colegas en las carpas monumentales que la organización ha dispuesto. La lluvia, que ha hecho su aparición en los kilómetros finales de la marcha, hace que tengamos que anticipar nuestro regreso al hotel, no sin antes hacernos una foto en el podium de la Amstel Gold Race con las misses. ¡Divertido recuerdo para dar envidia a los amigos!


El domingo hizo un día soleado como hubiéramos querido el sábado, pero por lo menos los corredores de la versión profesional no tendrían que asumir tantos riesgos como si la carretera hubiera estado mojada. No me extraña que a Contador no le haga ni pizca de gracia correr la Amstel. Si un año decide correr las clásicas se irá directo a Huy y a Lieja…

La carrera profesional parte de Masstricht y su recorrido es un verdadero laberinto imposible de seguir si no es con las motos delante. . Imaginaros que hay partes del recorrido en las que se pasa una vez en un sentido y la siguiente en sentido contrario… La carrera pasó 3 veces por Valkenburg, las dos últimas por el Cauberg. Un ambiente de fiesta impresionante rodea toda la subida a esta cota, que nace en la misma localidad de Valkenburg. Todo el pueblo vive un ambiente espléndido, su casco antiguo está repleto de gente y los bares y restaurantes hacen su agosto. La cerveza corre a raudales.


De Amstel Gold Race

Antes del último paso por el Cauberg nos acercamos a la meta y allí conocemos a los padres del corredor de Euskaltel Juan José Oroz. Nos cuentan unas bonitas vacaciones siguiendo al hijo por las clásicas belgas. Bravo por Juanjo y un buen trabajo el suyo a favor de Samuel poco después.


La resolución podemos seguirla en una pantalla gigante, que hace más amena la espera de los corredores. La locura se desata con el ataque de Gesink, favorito de la mayoría, por delante incluso del también local Karsten Kroon. Finalmente Ivanov pudo com ambos e impuso su veteranía.


Ya sólo queda animar a todos los españoles que van llegando en grupos diferentes. Ya es cuestión de recoger pronto y pensar en el regreso, que al día siguiente hay que trabajar, como si nada hubiera pasado. Pero después de haber vivido una nueva experiencia que no contábamos vivir este año. Habrá que ir pensando nuevas escapadas.