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sábado, octubre 29, 2016

Via del Sale, por los Alpes en BTT


Via del Sale, grandiosos recuerdos!!
Animado una vez más por una idea de Angel Morales, la idea de coger la BTT para subir algunos puertos de montaña en los Alpes, resultaba una idea de lo más sugerente. Angel nos habló de la Via del Sale, una impresionante ruta en los Alpes que era un paso comercial por donde históricamente se transportaba la sal desde el mar hacia el interior (de ahí el nombre de la ruta).

Una cosa fue llevando a la otra y la Via del Sale, que se puede hacer en dos días incluyendo dos subidas incluidas en el reto BIG (Colle di Tenda y Colle Garezzo), se fue ampliando primero con un día previo para subir al Col de Sommelier (un casi 3.000 muy apetitoso para los cazapuertos) y luego con otro día para subir al Col du Parpaillon (el túnel más alto de los Alpes), que aunque yo ya lo tenía, mis colegas no.

El tema es que se planteaban 4 días intensísimos en los que íbamos a hacer un montón de kilómetros en coche y no tantos en bici (de montaña) pero nos serviría para sumar unos cuantos puertos a nuestra particular colección.

El grupo estaba compuesto por gente muy diversa, de muy diferentes niveles ciclistas y características, pero todos unidos por la pasión por la bici, la montaña y el reto BIG. Curiosamente ninguno especialmente metido en la bicicleta de montaña, todos más bien de carretera. Colaboradores de la revista Ziklo como Angel, Rubén, o yo mismo, grandes escaladores con curriculums prestigiosos como Luis Miguel, Xavi Odena, Roger, Adrià u Oriol, nuevos compañeros de subidas apasionados del BIG como Bernat y Linele, e incluso nuevas incorporaciones al mundo de la bicicleta como Neus. En total, el día más numeroso fuimos hasta 11 personas. Si hay algo más hermoso que disfrutar de estos paisajes y subidas es compartirlo con gente como tú.

Salimos de Barcelona un jueves para hacer hasta Embrún, a unos 650 kilómetros y 7 horas de distancia de Barcelona. Madrugón para poder llegar sobre el mediodía y tras una rápida comida, manos a la obra, directos a Parpaillon para hacer un subir y bajar, sin tiempo para hacer la preciosa ruta circular (bajando hacia Jausiers) que había hecho hace 5 años cuando lo subí por primera vez.

Lógicamente cuando uno se dispone a subir a más de 2600 metros en los Alpes después del mediodía el tiempo preocupa, puesto que la climatología en la alta montaña siempre puede complicarse, pero en esta ocasión tuvimos la fortuna de que jugó a nuestro favor y pudimos escalar y coronar Parpaillon con un sol espléndido.
Perfil del Parpaillon sacado de uno de los míticos libros de Altigraph
Quede claro (como se ve en el perfil) que únicamente los primeros 6 kilómetros de la subida están asfaltados, de un total de 17. El estado de la pista del Parpaillon es regular. Perfectamente ciclable con la BTT, pero dudo que con una flaca o incluso con una gravel se pudiera coronar con éxito. En mi caso, le puse a la BTT (una anticualla de 26", buf) unos neumáticos más finitos para poder subir algo mejor, arrastrando menos, aunque luego en la bajada también se notaba bastante. Bajar estos puertos tan largos y tan empinados en BTT, con los frenos de disco en las últimas también tuvo su gracia.
En la entrada del Tunel de Parpaillon


El hecho de que ya conociera Parpaillon me hizo mucho más llevadera la subida. Cruzar el túnel es una aventura que yo en este caso dejé para mis compañeros, especialmente porque un grupo de todoterrenos alemanes cruzaban el túnel en esos momentos. Una verdadera lástima que ese momento mágico en la cima de una subida como ésta tuviera como banda sonora el ruido de los motores de los 4x4.

Después de coronar, el trabajo aún no estaba hecho puesto que debíamos coger de nuevo el coche y conducir 80 km hasta Bardonecchia (ya en Italia), donde teníamos hotel reservado para empezar el día siguiente nuestro segundo reto, el Col de Sommeiller.

A punto de salir de Bardonecchia dirección Sommelier
El estado de  la pista del Sommeiler, en la frontera de lo ciclable
A los cuatro locos de las cumbres procedentes de Barcelona (Lina, Luis Miguel, Bernat y yo mismo) que hicimos Parpaillon , se nos juntaron 2 catalanes más (Xavi y Roger) y un vasco (Rubén), incluso un francés (François), para acometer un verdadero coloso como Sommeiller, con 1680 metros de desnivel. Los números puede que no impresionen demasiado: 26 km a una media del 6,5% pero es una de esas subidas que no se olvidan, con más de 20 kilómetros sin asfaltar. La pista se va deteriorando más y más, y al llegar a los últimos kilómetros las piedras hacen difícil que uno mantenga la bici derecha. En la foto podéis ver el estado de la pista los últimos kilómetros. Incluso con la BTT es complicado, doy por imposible subir con la de carretera.

Colle Sommeiller, 2991, paisaje lunar, alucinante
Sommeiller, a casi 3000 metros es una de esas subidas alpinas que uno quiere tener en su curriculum. 4 horas 50 minutos para hacer 53 km, una velocidad media de 11,1 km/hora. Creo que eso dice casi todo de la dureza de esta subida. Incluso la bajada a Bardonecchia de nuevo se hace pesada por esa pista.
Perfil de Sommeiller de la mano de Angel
Impresionante paisaje alpino camino de Sommeiller
 Y bien, con Sommeiller en el zurrón, aún nos quedan 230 kilómetros en coche hasta La Brigue, punto de encuentro con el resto de la compañía y principio de la Via del Sale propiamente. Aún no hemos iniciado el fin de semana y ya tenemos dos puertazos en la mochila. Buen principio.

Perfil de los dos días por la Vía del Sale
En La Brigue (de nuevo en Francia) nos reunimos todo el grupo (llegan el maestro Angel, Adrià, Oriol y Neus) y analizamos el recorrido que nos espera los dos días siguientes. Se trata de un recorrido circular de 142 kilómetros, pero vamos a tener que llevar mochila puesto que dormiremos en Pieve di Teco, aproximadamente a los 90 kilómetros. Peso y dificultades adicionales a una ruta ya exigente de por sí. Pero también experiencias nuevas muy enriquecedoras.
Foto de grupo en lo alto del colle di Tenda
Como podéis ver en el perfil vamos a ascender de entrada el Colle di Tenda, que corona a 1870 metros. El túnel del Col di Tenda es uno de los múltiples pasos alpinos entre Francia e Italia, con un túnel estrecho que sólo permite un sentido de circulación. Este paso alterno hace que cruzarlo sea muy lento y que siempre haya numeroso tráfico, sea esperando o sea cruzando.
Bueno, esto no son malas vistas precisamente
Como curiosidad, indicar que la vertiente italiana del Col di Tenda (por Limone Piemonte) está perfectamente asfaltada, y en el Giro 2005 finalizó la 17ª etapa (Varazze-Limone Piemonte), con la victoria de Ivan Basso. Dato que puede resultar interesante para aquellos que quieran añadir Col di Tenda a su curriculum sin tener que ensuciar de polvo su bicicleta.

En el otro lado del Valle los impresionantes "tornanti" del Col di Tenda
Pero Col di Tenda es mucho más duro e interesante por su vertiente francesa. Tiene una de esas vistas impresionantes de curvas zigzagueantes que uno retiene en su memoria en cuanto ve una foto. Desde La Brigue hasta el mismo túnel, la carretera tiene bastante tráfico, y es justo cuando estamos a punto de llegar al túnel cuando cogemos una carreterita estrecha que va a ir subiendo a base de curvas de herradura (muchísimas!) hasta que el asfalto termina y las curvas se van haciendo más amplias. El tráfico, desde el desvío cerca del túnel, es nulo, y podemos disfrutar de una vistas impresionantes de lo que vamos dejando atrás (abajo) y de lo que tenemos en frente, con la presencia intimidatoria de una de las antiguas fortificaciones que controlaba el tráfico de sal. No será hasta mucho después cuando podamos ver desde la otra vertiente el panorama impresionante de las curvas de herradura. Momento de disfrutar y de tomar fotos un buen rato!  Afortunadamente las fotos no reflejan la grandiosidad del paisaje, y para poder disfrutar de estas vistas impresionantes deberéis hacer este viaje...
Esto es la Via del Sale
Ahí en la cima de Colle di Tenda es justo donde empieza propiamente la Via del Sale, que se caracteriza por esa cornisa ciclable a más de 2100 metros. Fantástica. La Via del Sale se ha convertido en una ruta muy popular para los Beteteros, moteros y excursionistas, perfectamente señalizada. Las vistas durante todo el trayecto son impresionantes. Estamos en un balcón a 2100 metros de altitud, hoy entre las nubes, y sólo de vez en cuando podemos gozar al 100% de las vistas. Sin embargo nadie se queja, es un día de esos de disfrutar, incluso de parar a reponer fuerzas mientras se estiran esos momentos mágicos en los Alpes.
Paso por las antiguas fortificaciones abandonadas
Después de un larguísimo descenso llegamos a Pieve di Teco, donde nos ganamos un merecido descanso... de nuevo en Italia.

Y nos despertamos el domingo tempranito ya listos para el regreso hacia La Brigue via Colle Garezzo, cuyo principio (asfaltado y larguísimo) se cobra algunas víctimas y se hace durísimo para casi todos. A partir del momento que empieza el sterrato las cosas se complican más todavía: el cansancio se va acumulando y cuando coronamos Colle Garezzo ya hay ganas de bajar por asfalto y llegar a destino.
Tunel en la cima del colle Garezzo
El descenso hacia La Brigue, de nuevo por pistas sin asfaltar en estado mediocre, provoca la caída de Roger y el pánico para los menos acostumbrados a la BTT. La doble suspensión y la rueda de 29 ayuda a los más beteteros, mientras yo hago lo que puedo sin freno de disco trasero (igual que Roger!) y con la rueda fina. Solamente al final pisamos el añorado asfalto y ya podemos rodar con una cierta tranquilidad.

Es domingo mediodía y nos quedan 750 kilómetros y 7 horas y media para llegar a Barcelona, más en el caso de Rubén para llegar al País Vasco. Esto es un fin de semana bien aprovechado. Los que andamos algunas veces con Angel ya sabemos qué es viajar con él. Gracias de nuevo Angel por una experiencia inolvidable.