Monumento a Marco Pantani en Cesenatico
“A Marco Pantani, un gran campeón, víctima de la justicia italiana. Un gran hombre, bueno y generoso que siempre perdonó a todos. Estarás siempre en nuestro corazón con tu sonrisa. Te recordaremos siempre así. Cesenatico, 28 de Mayo de 2005.”
Una preciosa estatua con esa emotiva inscripción recuerda a Pantani levantado sobre su sillín, escalando como en él era costumbre. Cerca de la playa podemos encontrar este monumento que nos presentaba Jon en el pasado número de Pedalier.
Spazio Marco Pantani
Abierto en 2006, se trata de un museo multimedia donde la familia ha concentrado gran parte de sus recuerdos. Desde los más ligados a su carrera ciclista (trofeos, maillots…), hasta otros como la moto que Marco solía conducir. Numerosos recortes de prensa perfectamente encuadernados y los videos de sus etapas más memorables podrían hacer que uno pasara allí horas y horas. Además, no es difícil encontrar allí a su entrenador en la época de amateur o alguno de sus familiares, con los que poder charlar un rato.
Cabe decir que los ingresos de este museo se dedican a la Fundación Marco Pantani.
Cementerio de Cesenatico
Más de 50.000 visitantes al año llegan para rendir homenaje al gran Marco Pantani al lugar donde fue enterrado. Un gran panteón familiar con una rueda de bicicleta en lo más alto recibe a sus múltipes visitantes. El libro-recordatorio donde sus seguidores anotan su testimonio es una emocionante muestra del sentimiento de los aficionados que se acercan hasta allí. Fotos enmarcadas y dedicadas, placas y objetos diversos se amontonan en el panteón.
Una gran esfera con la imagen del Pirata capta la atención de todos los automovilistas que van de Bolonia hacia la costa adriática. Es la sede de la empresa de supermercados que patrocinó a Pantani en la segunda fase de su carrera deportiva (después de su paso por el equipo Carrera). Manuela Ronchi fue su manager, y Mercatone el gran mecenas de este ciclista singular, que sigue recordando de esta manera a su gran icono.
Residence Le Rose
Es un hotel entre tantos en el paseo marítimo de Rimini, la localidad costera que se halla a sólo unos pocos kilómetros de Cesenático. El dia de San Valentin de 2004, en el apartamento 5B se encontró muerto a Marco Pantani. Si es cierto que no existen lugares adecuados para morir, no es menos cierto que hay sitios inoportunos. Este hotel de costa sin duda lo fue.
Un monumento en la cima de los Dos Alpes recuerda a Marco en un lugar ligado a una de sus más recordadas hazañas ciclistas, cuando en el Tour de 1998 ascendiendo el Galibier en un día frío y lluvioso dejó tirado al entonces líder Jan Ullrich contra todo pronóstico. Finalmente venció en Los Dos Alpes sentenciando el Tour.
La Fauniera
Próximamente esta mítica cima italiana, muy cerca de la frontera con Francia, cambiará su nombre por el de Monte Pantani. Será la primera vez que un ciclista de nombre a una montaña de forma permanente. El monumento que le fue erigido hace un par de años fue objeto de una acción vandálica hace un tiempo. Penoso.
También en una de las subidas más duras de Italia existe un monumento en homenaje a Pantani. En la vertiente de Mazzo in Valtellina se inauguró una escultura singular, objeto de peregrinaje por parte de los “cicloamatori”.
Monte Carpegna
Una entrevista a Pantani convirtió en mítico al Carpegna:
“El Carpegna me basta.
No tengo necesidad, antes de un Giro o un Tour,
de probar una a una, todas las grandes subidas.
El Carpegna me basta.
Desde Coppi, es una subida que ha hecho la historia del ciclismo
y alguna que otra vez, el Giro ha pasado.
Yo ni cuento las veces que la he hecho entrenando.
Diréis que soy un tradicionalista.
Quizás sí.
Siempre entrenando en las mismas carreteras de casa.
Siempre con el mismo desarrollo.
El mismo que llevo en carrera.
Siempre sin bidón.
Porque me bastan las cuatro fuentes que sé yo dónde están.
Una en el mismo Carpegna”
Il Carpegna mi basta!
Esta frase pintada en el suelo con la firma del Pirata es el homenaje permanente a Pantani durante toda la subida al Monte Carpegna.
Esas palabras se han covertido en la leyenda que simboliza la identificación de un pueblo y una montaña con un ciclista. Y a la vez, es su principal reclamo publicitario (www.ilcarpegnamibasta.it ). Estas breves frases de Marco uno las encuentra enmarcadas en su museo, y también a pocos metros del Cippo Carpegna.
Uno empieza a subir el primer “strappo” ya con la piel de gallina, al leer la frase y ver la firma del Pirata, pero esto no es nada comparado con lo que encontraremos más adelante.
Tras un cruce aparece a nuestra derecha un cartel que indica “lo Strappo Fuente” con la indicación exacta de su longitud y su desnivel: 350 metros al 16%, poco después la “Salita al Cippo Pantani”, con 1,25 km al 7,5% y una imagen de la portada de un periódico deportivo de 1973 que recuerda la victoria de José Manuel Fuente en la subida a este puerto durante el Giro d’Italia (les perdonaremos que hayan confundido la foto y no sea Fuente, sino Hinault!).
Mientras, cada curva contiene una leyenda que pone los pelos de punta, con las frases que escribió Pantani y otras aún más estremecedoras: “Marco, si sente solo il tuo respiro” y en una dura curva de herradura, sólo con el cielo de fondo, se puede leer “Questo e il cielo del Pirata”.
Unos metros más tarde llegamos al Cippo Carpegna, donde hay una bonita escultura en alambre dedicada a Pantani. Unos metros más adelante, una barrera impide continuar a los coches y disfrutar de la “Fuga Merckx ”, un tramo de 2 kilómetros al 12%. Poco después, la reproducción de otro periódico nos da idea de la pasión con que se vivió la subida en el Giro de 1974: “Un’acquila sull monte Carpegna” refiriéndose a Eddy Merckx, al que se ve en la imagen con Battaglin a rueda.
El Giro pasó por allí, como hemos visto, los años 1973 y 1974 y no ha sido hasta este año 2008 en que el Giro ha vuelto a pasar, 34 años más tarde, por el Monte Carpegna. En este caso en mitad de la etapa 11ª, Urbania-Cesena, en la que también se subía a San Marino. Se saldó sin grandes ataques con la victoria de Bertolini y el segundo lugar de Lastras.
La subida continúa hasta completar los 5,1 kilómetros a una media del 10,6%, llegando a los 1.415 metros de altitud. Y allí la reproducción de una enorme fotografía con la imagen triunfadora de Pantani con la bandera de Italia de fondo y debajo, de nuevo, la inscripción “Questo é il cielo del Pirata”. Es el lugar definitivo donde hacer la última foto.
Incluso bajando, detrás de cada curva se esconde un recuerdo. El Carpegna es un verdadero museo al aire libre. Probablemente no encontraréis otra subida con tantos recuerdos ciclistas como esta.
casi me haces soltar una lágrima...impresionante artículo del mayor portento físico de la historia del planeta.y limpio...digan lo que digan.
ResponderEliminarGracias por tu comentario jesquique, que final más triste para un grande, sí...
ResponderEliminarLlegué al blog accidentalmente. Que tremendo aporte. Me llegué a emocionar. Un grande Pantani
ResponderEliminarEl más grande de todos los tiempos gran escalador con un estilo personal.
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