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lunes, noviembre 30, 2015

Gastronomía y ciclismo en el País Vasco

Gastronomy & Cycling tour Basque Country
Pedaleando entre viñedos (Foto Andoni Epelde)
(Publicado en el n. 8 de la revista Ziklo)
Nos apasiona el ciclismo. En nuestro anterior editorial decíamos que nuestra experiencia nos hace mezclar cada vez más nuestra visión ciclista con otra, diferente, mucho más turística.
La bicicleta como manera de descubrir el territorio y como manera de conocer la cultura y las singularidades de un pueblo.

El País Vasco es un destino preciado para los amantes de la gastronomía, y se muestra como la gran potencia gastronómica en el panorama español con seis restaurantes colocados entre los 100 mejores del mundo: A los clásicos Arzak, Mugaritz o Martín Berasategui, se únen Nerua, Azurmendi y Etxebarri (todos en Vizcaya). Todo un récord.

Pero en el País Vasco también encontramos los mejores restaurantes de pintxos del mundo. Ir de pintxos por lo viejo en San Sebastián es una experiencia que nadie con una mínima inquietud gastronómica y cultural debiera perderse (aunque el bolsillo pueda sufrirlo un poco). No queda todo ahí. También debiera ser obligado el paso por las clásicas sidrerías, o los más modernos "Txacolindeguis", con menús auténticos y genuinos.

El pasado verano tuvimos ocasión de acompañar a descubrir el País Vasco a un grupo de norteamericanos. Un grupo genial, de gente viajada, pero al mismo tiempo ansiosa por conocer nuevas culturas, nuevas realidades. Un grupo en el que el nivel ciclista era algo secundario. Un grupo en el que el viaje en sí, la gastronomía y la cultura vasca, y el compartirlo con amigos era la principal misión. Para nuestra forma de ver el cicloturismo, en ocasiones demasiado competitiva, era un grupo nuevo, diferente a lo que estamos acostumbrados. Recibir a un grupo de gente extranjera y convivir con ellos es también una forma de viajar. Compartir experiencias (ciclistas o no), conocer de primera mano otros países. Muy enriquecedor, sin duda.

En un viaje corto pudimos mostrar a nuestros visitantes una selección de las mejores rutas que el País Vasco y La Rioja (en nuestro caso nos centramos en territorio alavés) pueden ofrecer. Buenas rutas pero también los buenos hoteles y buenos restaurantes.

Gastronomy & Cycling tour Basque Country
Paisajes espectaculares (Foto Andoni Epelde)
Nuestro punto de encuentro y al mismo tiempo punto de partida fue Hondarribia. Un clásico donde empezar o terminar un Transpirenaica, y también un destino turístico en sí mismo. La primera tarde/noche significó una toma de contacto con el grupo, cada uno explicó sus experiencias ciclistas diversas, por América, parte de Europa y algunos triatlones (incluso Ironman) en su haber. Más tarde, descubrir los pinchos en la parte vieja de San Sebastián fue una excelente manera de que el grupo conectara y las distancias se acortaran entre todos.

La primera etapa fue básicamente costera en su inicio y con territorio vasco-francés como protagonista. La corniche y luego las ascensiones a St. Ignace, alucinaron al ver Le Train de la Rhune (un auténtico tren de cremallera de colección, que data de 1924), y Lizarrieta (tambien conocido como Palomeras), una subida ya considerable que nos dejaba en la frontera con Navarra.

Un recorrido duro y rompepiernas que tuvo como colofón la subida a Jaizkibel, una verdadera joya como la mayoría de vosotros ya sabéis, sea por haberlo subido o sea por haber visto las imágenes de la clásica de San Sebastián. Es un verdadero orgullo mostrar a nuestros visitantes la belleza y dureza de Jaizkibel en un día espléndido en el que las vistas fueron espectaculares. Especialmente desde el mirador, donde se ve la frontera natural de España con Francia mediante el rio Bidasoa y una maravillosa vista de montañas, caserios, prados.. .

Gastronomy & Cycling tour Basque Country
Carreteras solitarias... (Foto Andoni Epelde)
En nuestra segunda etapa conocimos carreteras magníficas y solitarias entre viñedos. Pero para empezar y dar el salto al interior ascendimos un puerto espectacular como Urbasa. Sus magníficas vistas panorámicas en su primera parte y la impresionante llanura con la que corona el puerto dejan huella. El recorrido seguía entre Navarra y Alava, con unas tranquilísimas carreteras rodeadas de viñedos para, por el puerto de La Aldea y La Población, dirigirnos a Laguardia. Final de agosto y septiembre es la época ideal para poder pedalear en esa zona. La uva estaba casi a punto de ser recogida y las viñas lucían espléndidas. De nuevo el tiempo nos acompañó, y esto, cuando toca hacer de anfitrión, es una ayuda fundamental para que todo vaya bien.

De nuestra estancia en Laguardia quiero destacar el excelente hotel Villa de Laguardia. Con dos restaurantes temáticos que hicieron la delicia de nuestros exigentes visitantes.
También destacable su casco viejo donde pudimos disfrutar de "unos buenos riojas" en alguna de las vinotecas locales. Totalmente recomendable también la visita a una de las bodegas, donde pudimos aprender algo más sobre la elaboración del vino y sobre las variedades de uva.
La experiencia riojana se completó con un partido de pelota vasca en el frontón del pueblo. Algo tan tradicional y tan sencillo que a alguien venido de fuera le pareció una rareza autóctona.

La siguiente etapa transcurría de nuevo entre viñedos, con el aliciente de uno de los puertos de montaña que es de paso obligado para cualquier cicloturista que se acerque a esta zona: La Herrera, el balcón de la Rioja. Un puerto espectacular, exigente, y al mismo tiempo con unas vistas imponentes. Desde allí, por Peñacerrada, fuimos a Rivas del Tereso y a partir de ahí, festival de viñedos. Carreteras solitarias en las que uno de sus alicientes fue la visita de las Bodegas de Marques de Riscal, en Elciego, con el llamativo hotel diseñado por Frank Gehry .

En este corto pero intenso periplo por el País Vasco también ofrecimos a nuestros visitantes un recorrido por Navarra en el que pudieran apreciar la soledad de las carreteras y la frondosidad de los bosques navarros. Una etapa de traslado (el viaje finalizaba en Pamplona) de nuevo entre carreteras solitarias pero con unos paisajes totalmente diferentes a los días anteriores. Campos verdes, bosques, pueblos cuidados... fue el día que más les gustó visualmente. Aizkorbe y Orokieta fueron las tachuelas que propusimos para quemar unas cuantas calorías y así poder comer después sin remordimientos.

Gastronomy & Cycling tour Basque Country
Final de trayecto en Venta de Ultzama
El final de fiesta fue la subida al puerto de Belate. Un puerto otrora repleto de coches y camiones, punto de paso obligado hacia Pamplona. Con la apertura del tunel de Belate la carretera quedó semidesértica y el excelente hotel/restaurante que se ubica en la cima (Venta de Ulzama), ha pasado a ser el destino de los pocos coches que circulan. Excelente gastronomía y excelentes paisajes. Muy recomendable.

En fin, un grupo diferente, equidistante entre el cicloturismo, el enoturismo y lo gastronómico. Una fantástica manera de reunir un grupo de amigos sobre la bici y delante de un mantel. El ciclismo, por una vez, fue un elemento más, no el único protagonista. Y tengo que reconocer que la experiencia fue extraordinaria y enriquecedora. Si os sentís tentados de vivir una experiencia similar, Ziklo os lo pone fácil. ¿Os animáis?

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