jueves, febrero 12, 2015

La carretera más bonita de Catalunya

Costa Brava road Cycling
Una imagen vale más que mil palabras (Foto Antxon Epelde)

(Publicado en el n.4 de la revista Ziklo)
No conocía a Jon. Colaboro en su revista desde hace muchos años y hemos labrado una buena amistad a golpe de correo electrónico y buena voluntad. Decidimos por fin encontrarnos en mi terreno y una escapada a Catalunya resultó ser una excelente excusa para trabajar, para rodar y para hacer algunas fotos, con lo que también vino Antxon. Jugando en casa no me costó demasiado encontrar el mejor lugar para quedar y mostrarle lo privilegiados que somos los catalanes. Tenemos mar, montaña, buen clima todo el año, un paraíso cicloturista.

Una carretera espectacular
El lugar de encuentro fue el Balneario Vichy Catalan, en Caldes de Malavella. Un entorno fantástico, un edificio histórico, una localidad termal con una ubicación privilegiada: cerca de la Costa Brava, cerca de Girona, cerca del Montseny, con el aeropuerto muy próximo... Todo esto está muy bien, pero es que además salir en bicicleta desde ahí ofrece una serie de opciones maravillosas. Les Gavarres, Montseny y, sobre todo, la carretera de Tossa de Mar a Sant Feliu de Guixols.

No sé si es cierto que es la carretera más de Catalunya. En cualquier caso es algo subjetivo pero para mí, si no lo es, debería estar cerca. La Costa Brava es un lugar mágico. Y en esa carretera podemos disfrutar de kilómetros de costa escarpada con vistas impresionantes sobre el normalmente tranquilo Mar Mediterrráneo. Dos factores juegan a su favor: se puede rodar en ella todo el año (algo de lo que no pueden presumir las carreteras de montaña del pirineo catalán) y el tráfico en ella es, contra lo que pueda parecer, muy escaso. ¿Más? El asfalto está perfecto y los quitamiedos junto a la carretera son de madera, a juego con el entorno. Es una carretera muy especial. Incluso los días de mucho viento se disfruta más de la atmósfera clara y las vistas sobre el mar. ¿Se nota que me gusta?

Costa Brava road cycling by Montefusco CyclingLa masificación del turismo afortunadamente no ha llegado ahí, las construcciones de hoteles y apartamentos y la turoperación turística a lo bestia se concentra en Lloret de Mar. Tossa de Mar ya es diferente, más tranquilo, familiar, me encanta su castillo y sus playas. Y de repente, cuando empieza la carretera que une Tossa de Mar con Sant Feliu de Guixols parece que toda la masificación se convierte en tranquilidad, en aire puro, en pinar mediterráneo junto al acantilado. 25 kilómetros de curvas y contracurvas con el mar al lado, pequeñas calas que se esconden y miradores que aparecen. Esta parte de la Costa Brava está protegida. Existen algunas construcciones, pero nada que ver con lo que hemos dejado atrás. Es el paraíso cicloturista.

No la tengo tan cerca, debo ir en coche cada vez que quiero rodar ahí y sentirme un privilegiado.
Además, manías mías, siempre la hago así, en este sentido norte. Será porque circular junto al acantilado te permite mejores vistas todavía. Entre gustos no hay nada escrito.

Costa Brava road cycling
Al fondo, el castillo de Tossa de Mar
Mientras yo les explicaba el recorrido a Jon y a Antxon, y les hablaba de la mejor carretera de Catalunya, notaba su escepticismo frente a mi pasión. Especialmente Antxon, que ha fotografiado miles de paisajes espectaculares. Una vez llegamos al destino no hace falta que Antxon reconozca que yo tenía razón. Basta ver cómo a cada momento nos pide detenernos y regresar sobre nuestros pasos para una serie de fotos. Continuamente. No hace falta que me lo diga. Hoy le toca trabajar duro: subir a la furgoneta, escalar la montaña unos metros, buscar el mejor ángulo para conseguir la mejor perspectiva. El resultado lo tenéis en vuestras manos.

De repente, en Sant Feliu de Guixols regresa la masificación, que continúa por Platja d'Aro y sigue dirección norte. Se acabó el paraíso, vuelta a la cruda realidad. Para ser honestos, hay que decir que únicamente en verano es realmente incómodo moverse por estas poblaciones eminentemente turísticas. Otoño, invierno y primavera aún es posible circular sin excesivos agobios. Eso sí, la carretera junto a los acantilados se ha terminado.

Los complementos y las variantes de esta carretera son múltiples, con lo que se pueden componer numerosos recorridos. En el recorrido que monté para Jon y Antxon complementé la carretera de Tossa a San Feliu con un par de subidas en la montañosa zona vecina de Les Gavarres. Un verdadero oasis de buenas carreteras y poco tráfico incluso en pleno verano. Las subidas a La Ganga y Santa Pellaia son carreteras estrechas, reviradas, serpenteantes, rodeadas de bosque, ideales, en fin para rodar en bicicleta.

Costa Brava road cycling by Montefusco Cycling
Los ciclistas, entre la inmensidad de mar y el bosque
¿Sois más de retos? Ningún problema, también podríamos combinar la carretera más bonita de Catalunya con un alto de primera categoría (catalogado así generosamente en alguna Setmana Catalana o Volta a Catalunya) como el Alto de Sant Grau, que une nuestra famosa carretera con la localidad de Llagostera. ¿Retos todavía más duros? Aquí los tenemos también. ¿Sabéis que el kilómetro más duro de toda Catalunya se encuentra justo aquí mismo? El Alt de Mas Nou, una carreterita que desde Platja d'Aro lleva al Golf d'Aro, y que fue final de etapa en numerosas Voltas a Catalunya en los años 70 y 80, sólo fijaros en los nombres de sus ganadores para saber si hace falta ser buen escalador para ganar aquí: 1974 Bernard Thevenet, 1975 (Giovanni Battaglin), 1976 (José Enrique Cima), 1977(Johan de Muynck), 1978 (Francesco Moser), 1979 (Jourdan), 1980 (Johan Van de Velde) y 1997 (Fernando Escartín).

Costa Brava road cycling by Montefusco CyclingSon 1,4 km a una media del 14,2%, y el kilómetro en cuestión tiene un desnivel medio del 15,2% con un desnivel máximo del 24% (Datos de APM). Ahí queda eso para el que quiera ponerse a prueba.

En nuestro caso, ya al final de temporada, me llevé a Jon por La Ganga y Santa Pellaia, subidas preciosas más tranquilas rodeadas de bosque sin esos desniveles. Después de 110 kilómetros regresábamos al Balneario Vichy Catalan en Caldes de Malavella para disfrutar al rato de sus circuitos termales y sus masajes, un gran complemento para la actividad ciclista, y poco después una espléndida cena en el restaurante del hotel. Allí nos pudimos reunir, por fin, una importante representación de Ziklo en Catalunya con Jordi Escrihuela y Sergi Ros. Una cena repleta de anécdotas, planes de futuro, también recuerdos, puertos subidos y por subir. Una cena larguísima que se hizo muy corta.

Un día soleado, una magnífica compañía, un hotel espléndido, un recorrido sin apenas tráfico y la mejor carretera de Catalunya. ¿Qué más se puede pedir?

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