Chateau de Queribus (Foto Sergi Ros) |
(Publicado en el n.9 de la revista Ziklo. Fotos: Sergi Ros de Mora (www.rosdemora.com)
La zona norte de los Pirineos
orientales es una zona relativamente poco conocida a nivel
cicloturista. Desde luego mucho menos conocida que otras partes de
los Pirineos centrales.
Personalmente es a final de temporada
cuando suelo acercarme al Sur de Francia, principalmente a la región
del Audé, a descubrir nuevas rutas y carreteras. Nunca me defrauda.
Siempre encuentro carreteras solitarias, buen asfalto, mucho sol, a
veces un poco de aire, viñedos y castillos. Francia es un paraíso
para el cicloturista, y en especial esta zona que linda con
Catalunya, una gran desconocida para muchos de nosotros, precisamente
por su proximidad. Es sitio de paso en nuestros viajes para los
Alpes, e incluso para ir al Ventoux, pero muy pocas veces es el
destino de nuestras salidas en sí mismo.
Y sin embargo tiene mucho que ofrecer.
Este artículo simplemente pretende ofrecer algunas pinceladas,
algunas pistas, de todo lo que se puede visitar, y que resulta muy
interesante a nivel cultural y a nivel también ciclista.
Chateau du Peyrepertouse (Foto Sergi Ros) |
Los Castillos Cátaros han sido siempre
motivo de curiosidad para mí. Empezando por el más lejano Castillo
de Montségur, que se alza en la cima de una roca llamada Pog,
a 1207 metros de altitud. Montségur es el más importante de los
castillos cátaros y el lugar mítico donde el año 1244 murieron 255
cátaros que se refugiaban allí y que prefirieron morir quemados
antes que abjurar de sus creencias. La subida a Montsegur se puede
hacer por la vertiente este (por Fougax-et-Barrineuf ) o por la
vertiente noroeste (Montferrier), ambas muy interesantes, con la
imponente presencia de la roca Pog que parece inaccesible.
Ver los Castillos Cátaros (y no
cátaros) en lo alto de peñascos imposibles es una constante en la
zona de Maury. Uno junto a otro, es muy facil diseñar una etapa en
la que subamos todos ellos. Peyrepertouse, Puilaurens y Queribus,
todos muy próximos entre sí, son castillos espectaculares que
todavía impresionan más cuando uno sube las durisimas rampas que
llevan hacia ellos. Peyrepertouse, a 800 metros de altitud, es el
castillo más espectacular con dos fortificaciones unidas por unos
restos de piedras y malezas, se extiende mas de 300 metros de
longitud. Los acantilados que protegen el castillo son
impresionantes. Muy cerca se encuentra el castillo de Queribus,
también con terribles rampas para acceder a él. Sus orígenes se
remontan al S XI. Queribus fue frontera entre los reinos de Francia y
de Aragón, y punto estratégico de control de la zona. El Castillo
es muy visible, a lo lejos, desde la carretera D-117 y está
perfectamente mimetizado con el entorno y en lo alto de un peñón, a
730 metros de altitud. El castillo de Puilaurens se sitúa a 697
metros de altitud en la cima del Monte Ardu. La subida al castillo
son 3,5 km a una media del 5%, pero en dos fases muy diferenciadas.
La primera muy suave, bordeando la montaña, y la segunda se empina
de verdad en claro ascenso hacia la zona de aparcamiento, desde donde
se puede subir al castillo en aproximadamente media hora de caminata.
Dos castillos cátaros más, un poco
más lejanos, completan los seis castillos cátaros más famosos. Se
trata del Castillo de Puivert, éste sí a pie de carretera y
que no supone un gran reto llegar hasta él. El otro castillo es el
de Lastours, que en realidad se trata de un conjunto medieval
con diversas constucciones anexas, cuatro castillos en concreto.
Lastours, sin embargo, está
un poco más distante, al norte de Carcassone (podeis consultar el
mapa adjunto donde se sitúan los castillos cátaros más
importantes).
Todas las ciudadelas y Castillos Cátaros |
Como se puede apreciar en el mapa
adjunto, existen muchos más castillos, ciudadelas y fortificaciones
que forman parte de la historia de los cátaros (los “hombres
buenos”). En mi penúltima visita a la zona visité el interesante
y hasta entonces desconocido para mí Chateaux d'Aguilar, muy
cerca de Tuchan, y de paso subir uno de los monstruos de la zona. Una
de esas típicas carreteras que nos gustan tanto, con rampas
durísimas y que conducen a una antena. No hay mucho más. Se trata
del Mont Tauch. Tremenda
subida hasta los 900 metros después de 8 kilómetros a un 9% de
desnivel medio, con rampas máximas que llegan al 20%. Tremendo, para
amantes de las emociones fuertes. Y con un asfalto bastante
deteriorado que notamos especialmente de regreso a Tuchan.
Personalmente, y a pesar de bajar muy despacio, pinché en la bajada
de esa carretera inhóspita... Se me ocurrió pensar que como
pellizcase la cámara me esperaba una buena caminata hasta encontrar
algún rastro de civilización...
Obviamente, la visita a Carcassone
(capital del Departamento del Aude) es obligada si nos estamos
moviendo por la zona. La ciudadela medieval de Carcassone y sus
callejuelas son un verdadero regalo para aquellos que disfrutan de la
historia medieval o simplemente para quienes saben apreciar la
belleza antigua. Con sus 26 torres y sus dos murallas que suman más
de 3 kilómetros de longitud, la Ciudad (Cité) medieval de
Carcassone fue declarada Patrimonio dela Humanidad por la UNESCO en
el año 1997. Está catalogada como Grand site national, y su
castillo y murallas como Monumento histórico por el estado francés,
siendo uno de los centros turísticos más visitados de Francia.
Existe otro pueblo que es realmente
curioso de visitar, muy cerca de Quillan. Se trata de Rennes le
Chateaux. Este pequeño pueblo ha recibido gran cantidad de
turismo, asociado casi siempre a lo paranormal y lo esotérico,
debido a una leyenda moderna sobre el antiguo párroco Bérenger
Saunière. Gracias al éxito del libro de Dan Brown El código da
Vinci, ese interés no ha hecho sino aumentar ya que el argumento
de esta novela tiene numerosas conexiones con la leyenda del párroco
de Rennes. La leyenda cuenta que el párroco Bérenger Saunière
(1852-1917) habría encontrado un tesoro secreto en uno de los
pilares del altar de la iglesia mientras llevaba a cabo una reforma
de la misma. Al mismo tiempo que el cura descubrió el secreto oculto
en la iglesia, su nivel de vida se disparó, y financió una serie de
peculiares construcciones en el pueblo, tales como la Torre
Magdala -dedicada a María Magdalena-, así como la
reconstrucción de la iglesia parroquial.
Ya véis que las posibilidades
turísticas son múltiples, pero también las posiblicidades
cicloturistas. Acercarnos a Carcassone ofrece la posibilidad de
intentar la dura subida al Pic de Nore (de 1200 metros de
altitud, e incluida en el reto BIG). Subida dura con una antena de
televisión en la cima, visible desde muchos kilómetros alrededor.
Por su vertiente sur son 25,5 kilómetros, nada despreciable. Desde
luego vale la pena, y tambien su cara norte que empieza en Mazamet,
localidad natal de Laurant Jalabert. En la aproximación sur del Pic
de Nore se halla la Cueva de Cabrespine, otro lugar en el que merece
la pena detenerse.
Otro puerto muy interesante en la zona
es Mont Sant Louis. Cómo
no, fue Angel Morales quien me descubrió este curioso puerto, no
exento de dureza, pero característico por su nudo de corbata (una
curva de 270 grados con un pequeño túnel). Incluir Mont Sant Louis
en el recorrido que hagamos por la zona de l'Aude nos garantiza unas
vistas magníficas sobre la montaña rocosa llamada Pech de Bugarach.
Espectacular.
Gorges de Galamus, impresionante (Foto Sergi Ros) |
Pero si tengo que quedarme con un sólo
sitio de toda esta zona yo elijo las Gorges de Galamus. Se
trata de la carretera que va de Sain Paul de Fenouillet y Cubieres
sur Cinoble. Un desfiladero impresionante, fruto del trabajo erosivo
del río Agly. Un trozo de carretera de apenas dos kilómetros
escarbado en la montaña, con el río al lado, allí abajo. No me
extenderé demasiado en explicar la sensación cuando uno circula por
las Gorges de Galamus. Simplemente observad las fotos de Sergi y
disfrutad. O todavía mejor, acercaros a conocerlas en primera
persona.
De momento ya hemos localizado unos
cuantos destinos interesantes. No sólo a nivel cultural sino también
cicloturista, puesto que como decía antes, todos los castillos
cátaros sin excepción se hallan estratégicamente ubicados en la
cima de una escarpada colina.
A partir de todos estos mimbres hay que
fabricar un buen cesto. Como cualquier viaje, una parte importante
del mismo es la preparación. Situar en el mapa exactamente los
principales puntos que queremos visitar, unirlos entre sí,
confeccionar una etapa con el kilometraje que consideremos oportuno.
Para mí ese momento de hacer la ruta, contar los kilometros, meter
los puertos, es un momento mágico, lo disfruto al máximo. El único
problema es que en muchas ocasiones quiero meter demasiadas cosas en
una sola etapa y se me va de kilómetros o de dureza...
Aquí os propongo mi ruta. No es
posible hacer todo lo que he citado de una sola vez. En esta etapa
que os propongo, en 145 kilómetros he intentado incluir unos cuantos
Castillos Cátaros, Mont Sant Louis y, sobre todo, las Gorges de
Galamus, espectaculares. Solamente echad un vistazo a las fotos y
seguro que mas pronto que tarde os decidiréis a visitar todas estas
maravillas.
A disfrutar!!