Via del Sale, grandiosos recuerdos!! |
Animado una vez más por una idea de
Angel Morales, la idea de coger la BTT para subir algunos puertos de
montaña en los Alpes, resultaba una idea de lo más sugerente. Angel
nos habló de la Via del Sale, una impresionante ruta en los Alpes
que era un paso comercial por donde históricamente se transportaba la sal desde el mar hacia el interior (de ahí el nombre de la ruta).
Una cosa fue llevando a la otra y la Via del Sale, que se puede hacer en dos días incluyendo dos subidas incluidas en el reto BIG (Colle di Tenda y Colle Garezzo), se fue ampliando primero con un día previo para subir al Col de Sommelier (un casi 3.000 muy apetitoso para los cazapuertos) y luego con otro día para subir al Col du Parpaillon (el túnel más alto de los Alpes), que aunque yo ya lo tenía, mis colegas no.
El tema es que se planteaban 4 días intensísimos en los que íbamos a hacer un montón de kilómetros en coche y no tantos en bici (de montaña) pero nos serviría para sumar unos cuantos puertos a nuestra particular colección.
El grupo estaba compuesto por gente muy diversa, de muy diferentes niveles ciclistas y características, pero todos unidos por la pasión por la bici, la montaña y el reto BIG. Curiosamente ninguno especialmente metido en la bicicleta de montaña, todos más bien de carretera. Colaboradores de la revista Ziklo como Angel, Rubén, o yo mismo, grandes escaladores con curriculums prestigiosos como Luis Miguel, Xavi Odena, Roger, Adrià u Oriol, nuevos compañeros de subidas apasionados del BIG como Bernat y Linele, e incluso nuevas incorporaciones al mundo de la bicicleta como Neus. En total, el día más numeroso fuimos hasta 11 personas. Si hay algo más hermoso que disfrutar de estos paisajes y subidas es compartirlo con gente como tú.
Salimos de Barcelona un jueves para hacer hasta Embrún, a unos 650 kilómetros y 7 horas de distancia de Barcelona. Madrugón para poder llegar sobre el mediodía y tras una rápida comida, manos a la obra, directos a Parpaillon para hacer un subir y bajar, sin tiempo para hacer la preciosa ruta circular (bajando hacia Jausiers) que había hecho hace 5 años cuando lo subí por primera vez.
Lógicamente cuando uno se dispone a subir a más de 2600 metros en los Alpes después del mediodía el tiempo preocupa, puesto que la climatología en la alta montaña siempre puede complicarse, pero en esta ocasión tuvimos la fortuna de que jugó a nuestro favor y pudimos escalar y coronar Parpaillon con un sol espléndido.
Perfil del Parpaillon sacado de uno de los míticos libros de Altigraph |
Quede claro (como se ve en el perfil) que únicamente los primeros 6 kilómetros de la subida están asfaltados, de un total de 17. El estado de la pista del Parpaillon es regular. Perfectamente ciclable con la BTT, pero dudo que con una flaca o incluso con una gravel se pudiera coronar con éxito. En mi caso, le puse a la BTT (una anticualla de 26", buf) unos neumáticos más finitos para poder subir algo mejor, arrastrando menos, aunque luego en la bajada también se notaba bastante. Bajar estos puertos tan largos y tan empinados en BTT, con los frenos de disco en las últimas también tuvo su gracia.
En la entrada del Tunel de Parpaillon |
El hecho de que ya conociera Parpaillon me hizo mucho más llevadera la subida. Cruzar el túnel es una aventura que yo en este caso dejé para mis compañeros, especialmente porque un grupo de todoterrenos alemanes cruzaban el túnel en esos momentos. Una verdadera lástima que ese momento mágico en la cima de una subida como ésta tuviera como banda sonora el ruido de los motores de los 4x4.
Después de coronar, el trabajo aún no estaba hecho puesto que debíamos coger de nuevo el coche y conducir 80 km hasta Bardonecchia (ya en Italia), donde teníamos hotel reservado para empezar el día siguiente nuestro segundo reto, el Col de Sommeiller.
A punto de salir de Bardonecchia dirección Sommelier |
El estado de la pista del Sommeiler, en la frontera de lo ciclable |
Colle Sommeiller, 2991, paisaje lunar, alucinante |
Perfil de Sommeiller de la mano de Angel |
Impresionante paisaje alpino camino de Sommeiller |
Y bien, con Sommeiller en el zurrón, aún nos quedan 230 kilómetros en coche hasta La Brigue, punto de encuentro con el resto de la compañía y principio de la Via del Sale propiamente. Aún no hemos iniciado el fin de semana y ya tenemos dos puertazos en la mochila. Buen principio.
Perfil de los dos días por la Vía del Sale |
En La Brigue (de nuevo en Francia) nos reunimos todo el grupo (llegan el maestro Angel, Adrià, Oriol y Neus) y analizamos el recorrido que nos espera los dos días siguientes. Se trata de un recorrido circular de 142 kilómetros, pero vamos a tener que llevar mochila puesto que dormiremos en Pieve di Teco, aproximadamente a los 90 kilómetros. Peso y dificultades adicionales a una ruta ya exigente de por sí. Pero también experiencias nuevas muy enriquecedoras.
Foto de grupo en lo alto del colle di Tenda |
Como podéis ver en el perfil vamos a ascender de entrada el Colle di Tenda, que corona a 1870 metros. El túnel del Col di Tenda es uno de los múltiples pasos alpinos entre Francia e Italia, con un túnel estrecho que sólo permite un sentido de circulación. Este paso alterno hace que cruzarlo sea muy lento y que siempre haya numeroso tráfico, sea esperando o sea cruzando.
Bueno, esto no son malas vistas precisamente |
Como curiosidad, indicar que la vertiente italiana del Col di Tenda (por Limone Piemonte) está perfectamente asfaltada, y en el Giro 2005 finalizó la 17ª etapa (Varazze-Limone Piemonte), con la victoria de Ivan Basso. Dato que puede resultar interesante para aquellos que quieran añadir Col di Tenda a su curriculum sin tener que ensuciar de polvo su bicicleta.
En el otro lado del Valle los impresionantes "tornanti" del Col di Tenda |
Esto es la Via del Sale |
Paso por las antiguas fortificaciones abandonadas |
Y nos despertamos el domingo tempranito ya listos para el regreso hacia La Brigue via Colle Garezzo, cuyo principio (asfaltado y larguísimo) se cobra algunas víctimas y se hace durísimo para casi todos. A partir del momento que empieza el sterrato las cosas se complican más todavía: el cansancio se va acumulando y cuando coronamos Colle Garezzo ya hay ganas de bajar por asfalto y llegar a destino.
Tunel en la cima del colle Garezzo |
Es domingo mediodía y nos quedan 750 kilómetros y 7 horas y media para llegar a Barcelona, más en el caso de Rubén para llegar al País Vasco. Esto es un fin de semana bien aprovechado. Los que andamos algunas veces con Angel ya sabemos qué es viajar con él. Gracias de nuevo Angel por una experiencia inolvidable.