Visitar Londres es una experiencia enriquecedora desde todos los puntos de vista. Esto no pretender ser una recopilación de todos los tópicos visitables en Londres, sino un simple recuento de los lugares que tenía en mi lista de deberes.
Culturalmente la visita al Museo Británico es obligada, con la Piedra de Roseta, los frisos del Partenon ateniense, las momias egipcias y la Carta Magna de Juan I como sus principales reclamos. Otros museos que no podemos obviar son la National Gallery y la National Portrait Gallery, o la Tate Gallery. Históricamente cabe destacar El Palacio de Buckingham con su cambio de guardia en días alternos. La Torre de Londres, que no es Torre, con su oscuro pasado de ejecuciones, vecina del Tower Bridge (no confundir con el Puente de Londres), el Big Ben, la Westmister Abbey, y por supuesto la Catedral de St. Paul, cuyo principal mérito sea probablemente haber sobrevivido a los bombardeos alemanes de la Segunda Guerra Mundial (ver foto más abajo). A nivel turístico hay que visitar Picadilly Circus, la respuesta londinense a Times Square, los mercadillos de Camden, Portobello o Notting Hill.
A pesar del amor incondicional por las tradiciones que sienten los ingleses, no hay que dejar de lado las nuevas atracciones londinenses, entre las que destaca la gigantesca noria (el London Eye) que se instaló junto al Támesis a principios de este siglo XXI y que se convirtió en atracción permanente, cuando había sido diseñada para un uso temporal. Las vistas son imponentes, a más de 135 metros de altura. Más que recomendable. Otra de esas atracciones modernas sería el Puente del Milenio, diseñado por el arquitecto más famoso del mundo, el londinense Norman Forster, para mí totalmente decepcionante y más cuando uno se entera de que costó 19 millones de Libras. Para indignarse...
Pero en lo deportivo, que es lo más me interesa, Londres es una ciudad con muchos destinos. Mi interés se concentró en dos de ellos: Wembley y el nuevo Parque Olímpico situado en Stratford, que incluye el estadio olímpico, el velódromo, las piscinas y el Palacio de Basket. Correr en Hyde Park también hubiera sido una buena toma de contacto con el deporte amateur londinense, pero una inoportuna lesión me privó de ese privilegio.
Para el amante de los deportes, Londres tiene muchos más lugares que serían dignos de una visita. Para empezar los estadios de futbol de los equipos londinenses: Stamford Bridge (Iniesta!), el campo del Chelsea, Emirates el impresionante campo del Arsenal, White Hart Lane el campo del Totenham. Eso sólo por citar los campos de los equipos más prestigiosos, porque también son londinenses el West Ham o el Queens Park Rangers. Más allá del fútbol, qué decir de las pistas de Tenis de Wimbledon donde el mes de Junio se celebra el Torneo de Tenis más clásico del Grand Slam. Y si os digo que Wimbledon es al Tenis lo que Twickenham es al Rugby entenderéis la trascendencia de ese campo de Rugby. Pero no había tiempo para todo y tuve que concentrarme en Wembley y el Parque Olímpico. Wembley es el estadio de futbol de la selección inglesa de fútbol y el estadio donde se juega la final de la FA Cup inglesa, no en vano el estadio es propiedad de la Asociación de Futbol (FA) inglés. Al nuevo estadio de Wembley nos recibe una estatua de Bobby Moore, uno de los internacionales ingleses más reputados y prestigiosos de la historia y, fundamentalmente, capaitán de la selección inglesa que se proclamó campeona en 1966. El estadio de Wembley también será protagonista en la final de futbol de los JJOO del próximo verano, igual que ya lo fue de los JJ de 1948. Especialmente destacable la victoria del argentino Delfo Cabrera en la prueba de maratón, que acabó en el estadio. Pero si algo marca la historia del viejo estadio de Wembley, inaugurado en el año 1923, es la final de la Copa del Mundo de Futbol del año 1966, que se disputó en Inglaterra y fue ganada por sus anfitriones los ingleses, en la que hasta la fecha es la única. Una polémica final enfrentó a Inglaterra y Alemania, en la que un gol fantasma de Inglaterra allanó el camino de la victoria por 4-2.
Para mí, Wembley es mítico y siempre lo será por las dos victorias de Champions League del Barcelona, una el año 1992 con el famoso gol de Koeman a la Sampdoria, y la segunda el pasado mes de Mayo frente al Manchester United en un partido en el que el Barça de Guardiola llegó a su máxima expresión. Wembley ha sido escenario de otros múltiples eventos deportivos históricos, entre los que quiero recordar, a los pocos días de la muerte del mítico Joe Frazier, el combate que disputaron Cassius Clay y el londinense Henry Cooper en 1963, en el que el inglés derribó a Muhamad Alí aunque acabó perdiendo.
Por lo que hace referencia al segundo objetivo de mi tour deportivo en Londres, debo decir que fue un verdadero fracaso, puesto que el Parque Olímpico, ubicado en East London, exactamente junto al conocido Centro Comercial de Stratford, está cerrado al público a 9 meses de los Juegos Olímpicos, aunque algunas de sus instalaciones ya han sido finalizadas e incluso inauguradas. El Estadio Olímpico, fue construido por alrededor de 8 mil trabajadores y cuenta con una capacidad para 80 mil personas. Su coste no superó los 552,8 millones de euros, el estadio será el principal escenario en los Juegos Olímpicos de 2012 y es la segunda obra de gran escala que se finaliza, después del velódromo. No hay que olvidar la tradición británica del ciclismo en pista, no en vano los grandes estandartes del ciclismo inglés actual proceden la pista (Wiggins y Cavendish). Los ingleses fueron también los grandes triunfadores del ciclismo en pista en las pasadas Olimpiadas en Pekin 2008 con 7 oros nada menos.
Junto al Estadio Olímpico sí que pudimos observar una torre roja en espiral, diseñada por el artista angloindio Anish Kapoor, que se alzará sobre el Parque Olímpico de Londres 2012 como símbolo de esperanza. La torre de 19 millones de libras consiste en gigantes figuras de acero enrejado entrelazadas y es más alta que la Estatua de la Libertad de Nueva York. También es más alta que el Big Ben, pero de menor tamaño que la Torre Eiffel en París, la torre de 115 metros es un «símbolo del dinamismo de una ciudad que viene saliendo de la recesión», según dijo el alcalde Boris Johnson. El Centro Acuático, donde se desarrollaran las pruebas de natación y saltos, es otra construcción espectacular con forma de cola de delfín, sencillamente genial.
Me quedé con las ganas de poder ver todas estas maravillas por dentro, pero cuando el próximo verano vea las Olimpiadas por la tele (los precios de Londres ya son caros, imaginaros en unos JJOO) me imaginaré terminadas todas esas obras que yo pude ver en la lejanía...
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