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lunes, septiembre 15, 2014

Reunión BIG en Catalunya: un encuentro de viejos amigos

Fotos de Sergi Ros. www.rosdemora.com
(Publicado en el n.3 de la revista Ziklo)

Muchos de vosotros ya conoceis El BIG (Brevet Intertational du Grimpeurs o Asociación Internacionals de Escaladores). Una asociación de gente que intenta conseguir el reto de subir las 1.000 subidas más emblemáticas de Europa (y algunas de las más importantes a nivel mundial).

Asociación nacida en Bélgica hace más de 25 años y que poco a poco ha ido creciendo hasta los más de 4.950 miembros actuales (final de Julio de 2014), entre los que se cuentan 361 españoles. La mayor parte de ellos son europeos, destacando la gran cantidad de holandeses y belgas que se unen a este reto.

Cada año se hace una reunión con objeto de subir la mayor cantidad de BIGs (subidas catalogadas en la superlista de 1000) y para conseguir que los miembros de la asociación se conozcan, compartan experiencias y se reúnan físicamente alrededor de una mesa y sobre la bicicleta para disfrutar conjuntamente de su pasión ciclista. Los últimos años estos encuentros han tenido lugar en Flandes (2008), Oberstdorf (Alemania) en 2009, Yorkshire (Inglaterra) en 2010, Córcega (2011), montañas del Tatras (Republica Checa-Polonia) en 2012 y Ardenas (Bélgica) en 2013. Este año tocaba en Catalunya y la verdad es que preparamos un buen menú de montañas para nuestros invitados europeos.

El programa incluía las principales subidas catalanas incluidas en la superlista de 1000 subidas:
Primer día: Turó de l’Home y Coll Formic
Segundo día: Bracons y Vallter 2000
Tercer día: Rassos de Peguera y Coll de Pal
Cuarto día: El Cantó y La Bonaigua
Quinto día: Llac de Sant Maurici y Montserrat

Asímismo, hay numerosas subidas cercanas que los asistentes a la reunión podían intentar realizar, antes, durante o después de la reunión: Tour de Madeloc (en Banyuls sur Mer), Coma Morera (cerca de Puigcerdà), Portillon (Bossost) o todas las subidas andorranas. Estos encuentros se caracterizan por la libertad con la que cada uno se mueve. A diferencia de los stages tradicionales a los que estamos acostumbrados, donde todos los ciclistas van más o menos agrupados haciendo exactamente el recorrido propuesto, las reuniones del BIG se caracterizan por la autonomía de cada participante en función de sus fuerzas o de sus intereses personales. En este caso teníamos 3 asistentes que iban con sus mujeres en autocaravanas y que funcionaban por libre. También tuvimos la asistencia de numerosos miembros catalanes del BIG que en algún momento participaron de la reunión haciendo alguna de las subidas propuestas.

El primer día ya se sabía que nos íbamos a mojar. Desde mucho antes, las previsiones de ese primer día eran horrorosas, y se confirmaron. Uno de los puertos más duros de Catalunya como es el Turó del Home se tendría que subir con lluvia desde el minuto uno, y con las condiciones adversas que hay a 1.700 metros, os podéis imaginar. Los asistentes catalanes renunciamos a subir y preferimos hacer de asistencia a los miembros lejanos que no iban a dejarse intimidar por un poco de agua después de viajar 5.000 km… Personalmente tengo el Turó del Home a tiro de piedra y lo puedo hacer cualquier día…
Las condiciones mejoraron tras el descenso del Turó y se pudo afrontar Coll Formic sin lluvia, con unas condiciones mucho mejores. El primer día había sido duro para aquellos que querían hacer el programa a toda costa.

El segundo día incluía las ascensiones a Bracons y Vallter 2000, las dos subidas gerundenses por antonomasia. Bracons, muy conocido por todos los cicloturistas catalanes por su inclusión en la marcha cicloturista Terra de Remences, y Vallter 2000, también muy conocido por su inclusión en las últimas ediciones de la Volta a Catalunya y en la Marxa 100% Tondo. Esta vez el habitual mal tiempo de Vallter no apareció y pudimos disfrutar de una subida sin agua ni excesivo frío, e incluso diría que con algo de viento de cola. Vallter 2000 siempre es un reto y coronarlo supuso el primer contacto de nuestros visitantes con una cima de más de 2000 metros en el pirineo catalán.

Hay que decir que la logística de todo el encuentro era sencilla. Al tratarse de una ruta itinerante, todo mundo debía tener coche para trasladarse de un punto a otro, y también de la base de un puerto al siguiente. Se trataba de optimizar el espacio y meter en los coches 3 ó 4 personas y bicis. Como veis, toda la organización muy casera, puesto que se trata de una asociación sin ánimo de lucro, sino únicamente la voluntad de difundir la pasión por la escalada en bicicleta. A veces es gratificante reencontrar estas salidas “entre amigos” frente a las salidas cada vez más profesionalizadas que podemos encontrar hoy día.

La tercera jornada tenía en el menú dos colosos del Berguedà como son Rassos de Peguera y Coll de Pal. Habiendo dormido en Berga, la subida a Rassos se hizo a primera hora, tras desayunar. Allí nos acompañaron nuevos amigos venidos de Francia y de Holanda, que se unieron temporalmente al encuentro, de tal manera que la foto de grupo en el cartel de Rassos fue la más numerosa de toda la reunión. Los niveles de los asistentes eran muy diferentes, de tal manera que los que iban más despacio salieron un tiempo antes y así la reunión para la foto no se tuvo que hacer esperar demasiado.

Esa es otra de las características de los encuentros del BIG. Las velocidades son muy diferentes y casi diría que la rapidez o la velocidad son secundarias. Es más importante charlar con todo el mundo, ejercer de cicerones con los visitantes y que todo el mundo se sienta a gusto. Compartir experiencias con cualquiera de los asistentes es un privilegio. Gente con un curriculum escalador que no deja indiferente a aquel que le apasione subir montañas en bicicleta.

Tras Rassos de Peguera venía Coll de Pal. Un señor puerto. Un puerto con mayúsculas que esta vez tenía el aliciente de que el miembro del BIG y también colaborador de esta revista Angel Morales iba a subir por 25ª vez este año, lo que le acredita como padrino de la subida. Un verdadero experto en los Alpes, un profundo conocedor de las montañas más duras de todo el mundo y que al final es el padrino de la subida que hay en la puerta de su casa. Subir con Angel es siempre un privilegio, y esta vez, con sus perfectas y detalladas indicaciones, incluso el coloso de Coll de Pal se hizo menos duro.

La cuarta etapa tampoco tenía desperdicio. Tras un largo traslado en coche y tras dormir en Sort (el afortunado pueblo ilerdense donde “La Bruixa d'Or” es la verdadera atracción), ese jueves íbamos a subir Coll de Cantó y la siempre imponente Bonaigua,que con sus más de 2000 metros, es siempre uno de los puertos catalanes con problemas por la nieve en invierno.

El puerto de Cantó se hizo con viento de cola, un puerto con bastante tráfico, con una carretera muy ancha y en muy buen estado. Otro de los puertos clásicos catalanes que aunque a los que vivimos en la capital catalana nos cae algo lejos, siempre buscamos alguna excusa para poder subirlo. Por ejemplo, una excelente excusa es año tras año la Pallaresa, marcha cicloturista que desde Tremp hace un bucle con Cantó y Boixols. Recomendable.

Y si Cantó lo subimos con el aire a favor, la Bonaigua tocaba subirlo con el aire en contra. El puerto, ya de por sí interminable, con el añadido del aire en esas rectas larguísimas por la vertiente d'Esterri d'Aneu, se convirtió en uno de los cocos del encuentro. Pero eso sí, en la zona de curvas más entretenida, y cerca de la cima, el sol lucía radiante y pudimos disfrutar de una buena sesión de fotos una vez coronamos. Este día la nota diferente la puso Luigi, nuestro joven acompañante italiano (joven de espíritu, con sus 67 años) no tuvo bastante con el menú propuesto, sino que tras empezar antes que el grupo, se fue hasta Bossost donde subió el Portillon, otro puerto en la lista que le faltaba. Un día bien aprovechado para Luigi con 3 BIGs al zurrón!

Ya sólo quedaba el último día, con la dura subida al Llac de Sant Maurici, una subida también en la zona de Sort que vale la pena conocer. Nuestros visitantes alucinaron con sus rampas y con las vistas de “Els Encantats” (famoso pico del Parque Nacional d'Aigüestortes, visible desde el Llac de Sant Maurici). Regreso rápido a los coches y vuelta a Barcelona, donde el segundo sector de la etapa implicaba subir a la montaña de Montserrat. Un final mágico, un buen colofón para una reunión de amigos del cicloturismo y de la escalada. Un final con mucho calor, Montserrat en el mes de Julio a primera hora de la tarde es así, pero otra de las características de estos encuentros es que hay que aprovechar el tiempo como sea.

Viernes por la tarde, ya habíamos completado el programa ciclista, pero aún algunos de nuestros acompañantes seguían su viaje. Algunos con visita turística a Barcelona durante un par de días, otros dirección al Pirineo a seguir escalando BIGs y otros incluso dirección a Asturias.

Es lo que tiene la magia del BIG. Nos hace ser viajeros, curiosos e incansables. Lo que para la mayoría de mortales sería de locos, para nosotros es lo normal: ese frenesí de coche, sacar la bici, subir un puerto, bajar, volver a coger el coche y hasta el siguiente destino, dos, tres o cuatro veces al día. Puertos hay muchos y vacaciones hay pocas. O dicho de otro modo, la vida es corta.

¿Quién se anima a apuntarse al BIG? ¿Alguien tiene curiosidad por visitar Grecia en bicicleta el año 2015?


lunes, abril 30, 2012

Etienne y Eric: 1000 BIGs conseguidos. La meta es el camino.

(Publicado en el n.48 de la revista Pedalier)

Etienne y Eric. Eric y Etienne. Belgas. Son dos de los nuestros. Grandes viajeros. Ciclistas fuertes que aman la montaña, gente apasionada que luchó el año pasado por conseguir finalizar el reto de su vida. Y ambos lo consiguieron.

Imaginad que os planteáis un desafío monumental. Una empresa cuya ejecución os puede llevar toda la vida. No sé, leer toda la obra de los premios Nobel de Literatura, coleccionar todas las monedas del mundo, dibujar vuestro árbol genealógico remontándoos hasta la Edad Media o subir todos los 8.000 del planeta (ya nos vamos acercando), o completar el reto BIG, aquel que consiste en ascender en bicicleta las 1.000 subidas que contiene la Superlista y que incluye las subidas más duras y más hermosas de todo el mundo.

Hace más de 25 años alguien fue capaz de imaginar esa idea, el también belga Daniel Gobert. Y hace muy poco, este año 2011, dos personas, casi de forma simultánea, han sido capaces de finalizarla con éxito. Es un reto de tal magnitud que se me hace difícil hacerme a la idea.

Una pasión tan descomunal como la de ellos por la cicloescalada sólo puede entenderse desde un lugar llano donde se mitifican las montañas. Por eso el BIG también nació en Bélgica. Por eso de los más de 4200 miembros del reto (a mes de Mayo de 2012), más de 1100 son holandeses. Algo que les es tan lejano les resulta obsesivamente sugerente.

¿Cómo empezaron en esto del BIG? “Sería el año 1988, me inscribí a la Vuelta a Escandinavia, quería descubrir otros horizontes más allá de las carreteras francesas. Ese viaje fue organizado por un tal Daniel Gobert, el creador del BIG”, cuenta Etienne Mayeur . El caso de Eric Lucas no fue muy diferente: “Para celebrar el final de mis estudios, decidí tomar parte en un ruta transpirenaica organizada por un club ciclista de Namur. Allí conocí a Daniel Gobert en el año 1986. Por tanto no descubrí el BIG, ¡estaba en el redil antes de su nacimiento!”

Bajo mi punto de vista ¿qué es fundamental para formar parte del reto? Obviamente ser un gran aficionado a subir montañas con la bicicleta. Pero más allá de esa respuesta trivial, básicamente hay suficiente con ser un soñador. Un aventurero. Tener ganas de viajar, conocer mundo, realidades diferentes. Tener una ilusión. Estar siempre planeando tus próximos viajes, buscando en los mapas los objetos de tu deseo. Pero lo bonito de esto es que cualquiera puede afiliarse, todo el mundo es bienvenido a este club de soñadores.

En una reciente encuesta a los miembros del reto BIG, los dos principales inconvenientes para poder añadir más subidas a la lista de logros personales, son el tiempo y el dinero. Pero no os penséis que es un reto de gente adinerada. En absoluto. Los encuentros anuales de los miembros del BIG son una clara muestra de ello. En estos encuentros no se ven grandes bicicletas ni el material más moderno. Hay absolutamente de todo, desde ciclistas de alforja acostumbrados a grandes rutas con su tienda de campaña encima, hasta aventureros con su caravana, pasando por ciclodeportistas más competitivos. Los encuentros del BIG se acostumbran a celebrar en albergues de juventud y con una austeridad absoluta. Se trata mayoritariamente de gente muy viajera eso sí, pero que en sus viajes no necesita más que... su bici y las montañas.

Es cierto que hay subidas realmente remotas (cada vez que pienso que tendré que ir al Cabo Norte-BIG n.8, me entra una mezcla de pereza, ansiedad y ganas), y que hay 50 subidas en los países escandinavos y 50 más en la Europa del Este, pero se trata más de una cuestión de aventura que una cuestión de dinero.

Imagino a cualquiera de nosotros en su primer viaje a los Pirineos, y después de una semana machacándose por las montañas, apuntarse al reto BIG y descubrir que sólo lleva 7 ó 10 BIGs. Es fácil que cunda el desánimo al pensar que tiene que hacer 100 veces eso para conseguir el reto. Pero lo mágico que tiene subir montañas es que te engancha de una manera que no puedes evitar y cada vez quieres más y más, y quieres que sean diferentes.

La vida de Etienne Mayeur está marcada por la muerte de su padre, la persona que le inició en el mundo de la bicicleta. Raymond Mayeur murió de forma inesperada el año 1993 y desde entonces Etienne prometió acabar el reto en homenaje a él. Una de las mayores satisfacciones de haber conseguido llegar al número 1000 de subidas conseguidas es haber cumplido su promesa.

Eric por su parte es profesor de Ciencias Sociales y ha vivido 12 años en Túnez e Israel, lo que frenó temporalmente su carrera en busca de las 1000 subidas.

Aquí en España ya somos más de 280 locos que nos hemos inscrito al desafío (¿te apuntas? http://www.challenge-big.eu/ ). Y cada uno en la medida de sus posibilidades buscamos nuestros pequeños retos hasta que algún día podamos decir que ya hemos hecho todo el trabajo. Luchamos por ser el primero en conseguir las subidas de la Península Ibérica, luchamos por entrar en el top 10 del país, luchamos por estar arriba en la clasificación de la subidas conseguidas el año en curso...

Y tenemos un pionero en este tipo de subidas que ya ha sumado más de 500, es Frederic Rafols, un aventurero que ha hecho cosas tan singulares que ha publicado ya varios libros sobre subidas en bicicleta. Yo pronostico que puede ser el primero de nuestro estado en conseguirlo. Él me dice que no… Muy cerca de él está su compañera Núria Escuer con 482 que además es la primera mujer de las más de 160 inscritas, por delante de ciclistas como Jeannie Longo o Maria Cannis. Entre los hombres también hay miembros del BIG tan prestigiosos como los exprofesionales Kut Van de Wouwer, Michael Boogerd o nuestros Eduardo Chozas y Carlos Sastre.

Dicen los libros de crecimiento personal que la meta es el camino en sí mismo, no el destino. Qué gran verdad. Y el desafío BIG es un buen ejemplo. La organización del BIG ha entregado un pequeño recordatorio a los ganadores para celebrar la consecución de las 1000 subidas. Pero cualquiera puede entender que esa no es la recompensa que buscaba ninguno de ellos. La verdadera recompensa es el recuerdo de todos los kilómetros hechos sobre la bici, y también en el coche. El recuerdo de haber coronado tantas y tantas subidas, algunas identificadas con su cartel, otras sin identificar. Unas perfectamente señalizadas desde la base, otras que ha habido que descubrir con los mapas topográficos del país correspondiente. Nada menos que 45 países y 5 continentes sobre los que han tenido que pedalear.

Un dato interesante y muy curioso, para los que catalogamos las subidas y siempre estamos comparándolas. Preguntados los dos belgas sobre las subidas más duras que han hecho, se produce una extraña coincidencia puesto los dos señalan el Passo del Telegrafo (o Punta Veleno, recientemente inaugurada para el ciclismo profesional en el Giro del Trentino) en Italia y el Oschenik See en Austria como las más duras que han subido. Eric añade el Angliru a esa lista personal de reyes de la dureza. Ya lo sabéis, ellos saben de qué hablan...

La pequeña carrera por conseguir ser el primero en terminar la ganó Etienne Mayeur el día 9 de Septiembre de 2011 al subir el Alpe di Neggia, en la Suiza de habla italiana, en compañía de otro miembro ilustre del Big, Jules Dejace.

Eric no toma su segunda posición como una derrota “Según mi lógica, yo soy el primero en terminar mis 1000 BIGs. Nadie ha subido ninguno por mí”. Esa frase resume el espíritu poco competitivo que se respira en esta asociación. El orgullo por haber sido capaz de finalizar es más que suficiente.

Etienne y Eric asumen algunos trabajos en el reto BIG, están implicados en su organización. Etienne es el encargado de la zona 12 (50 subidas libres que hay que hacer fuera de Europa: en Africa, America del Norte, América del Sur, Asia y Oceanía, 10 en cada continente). Eric tiene a su cargo otra tarea, el grupo para filtrar nuevos BIGs, y de comprobar la coherencia de la lista, puesto que si bien se trata de una lista cerrada de subidas, se producen pequeñas modificaciones en función del deterioro de algunas carreteras, o la prohibición de la circulación de bicis en algunas otras.

Eric y Etienne. Etienne y Eric. Siento mucha envidia sana. Admiro lo que han hecho. Quisiera haber vivido y viajado todo lo que ellos. Pero al mismo tiempo no deja de causarme una cierta angustia imaginarlos ya sin un objetivo. Algo que les ha mantenido vivos todos estos años.

“¿A partir de ahora? Mi futuro ciclista es un interrogante. Está claro que nunca más voy a asumir un reto parecido, pero no me imagino sin hacer nada, si no subiría los muros... de mi casa.” Dice Etienne. Eric dice “Yo iba en bicicleta antes del BIG, he practicado mucha bicicleta de montaña durante el BIG y habrá una vida deportiva después del BIG. Además, en 2011 he descubierto algunos futuros BIGs en la República Checa y sobre unas 50 subidas danesas. En otoño he redescubierto algunas subidas en las Ardenas belgas.”

No puede ser. Este tipo de gente (como nosotros, los que leemos esta revista) buscará nuevos retos. Es gente inquieta. Algunos de nosotros aún no hemos terminado este reto y ya estamos empezando otros. Y todos tiene que ver con viajar y con la montaña. Y con aprender.

Finalmente, el desafío BIG ya tiene vencedores. Entregaron una parte muy importante de su vida a cambio de conseguir un sueño. ¡Felicidades!

lunes, diciembre 05, 2005

¿Qué es el BIG?


(Artículo publicado en el número 8 de la revista Pedalier)

El BIG (Brevet International du Grimpeur o Diploma Internacional del Escalador) es un desafío consistente en subir en bicicleta las 1.000 subidas más importantes.
Su origen se remonta a 1985 y su creador y alma mater es el belga Daniel Gobert.

Para algunos se trata sencillamente de ir tachando de la lista las subidas de la lista que se ponen en su camino, pero para otros se trata prácticamente de una excusa para planificar sus vacaciones y finalmente para otros se ha convertido en un objetivo vital, y es que no hay un límite temporal para conseguir el reto. Personalmente, os digo que en mis salidas pongo como prioridad los puertos catalogados como BIG antes que cualquier otro...

La evolución del BIG en el tiempo
De 1985 a 1991, el desafío BIG gira alrededor de un pequeño club de Namur (Bélgica), donde reside Daniel Gobert. En esa época no hay más que 2 o 3 miembros extranjeros y la lista es de 200 cimas. De 1991 a 1995 Daniel se toma un respiro, pero se produce la expansión a Francia, la implantación de la revista anual y la celebración de un par de encuentros presenciales en Bélgica. De 1995 al 2000 Daniel retoma el trabajo, localizando responsables locales para establecer una lista de calidad de 1000 subidas. Del año 2000 al 2005 se produce la creación de la página web, una lista de correos, incremento del número de miembros y nacionalidades, se hace incluso ropa del BIG, etc. Los retos cara al futuro pasan por la consolidación de la estructura actual y las actividades periódicas con objeto de mantener en contacto a los miembros.

Quién puede participar ¿Cuánto cuesta?
Se trata de un desafío abierto a cualquiera que le apasione la bicicleta y la montaña.
Cualquiera que tenga esa inquietud y un cierto afán “coleccionista” puede perder 10 minutos en hacer recuento de todos los puertos de la lista que haya subido. Si ya has dado ese paso, has hecho el recuento y te has dado cuenta de todas las subidas que conoces pero no has hecho, posiblemente dentro de poco formarás parte de nuestro club...
Hoy en día no hay nada gratis, ¿o sí? A veces podemos pensar que aquello que no tiene precio no tiene valor, pero en ocasiones resulta que las cosas más valiosas son aquellas que no cuestan nada...
Habréis intuido después del párrafo anterior que afiliarse al BIG es gratuito. ¿Qué precio podría tener poner en común con los amigos aquellas subidas más duras o más bellas que hemos hecho?
Sin embargo, tener entre sus afiliados a muchos de los “locos de las cumbres” más conocidos en el mundillo cicloturista supone un capital humano que permite recoger muchas experiencias, que es lo que se pretende con la revista anual que se envía a los afiliados que así lo solicitan. Esta revista sí que tiene un coste, de 10,00 Euros en el año 2004. Pero no os esperéis una revista con la calidad gráfica de Pedalier, claro. Se trata de una publicación con unos medios muy limitados, una aspiración muy concreta, y con unas restricciones idiomáticas que únicamente permitirá aprovecharla al 100% a un verdadero políglota, puesto que cada miembro envía sus crónicas en su propio idioma.. y así se publican.

Subidas conseguidas
Las subidas se consiguen al alcanzar su cima por cualquiera de sus vertientes.
¿Cómo se acredita la consecución de una cima? Pues basta con afirmarlo. Hoy en día con las pequeñas cámaras digitales que caben en un bolsillo, casi todos nos hacemos la foto arriba, precisamente para inmortalizar ese momento histórico en que coronamos aquel puerto que tanto nos ha costado, pero este es un juego entre caballeros, ¿quién podría engañar a sus colegas y decir que ha subido algo cuando en realidad no lo ha hecho?

La lista de 1000 subidas
Los criterios en base a los cuales se han confeccionado las listas son básicamente criterios paisajísticos, de dureza y mediáticos.
En base a esos criterios, se estableció un número concreto de cimas por país, en concreto se distribuyen de la siguiente forma:
Países Nórdicos 50, Gran Bretaña 50, Benelux 50, Alemania 50, Francia 175, España y Portugal 150, Suiza 75, Austria 75, Italia 150, Cárpatos y Países del Este 50, Balcanes e Islas 75, Resto del mundo 50 (Aunque la lista es básicamente europea, se dejaron estos 50 números para subidas del resto del mundo. La composición de esta lista en concreto está todavía por determinar).
Podéis consultar el listado completo de cimas en la lista adjunta.
Observaréis la calidad de la lista. Baste deciros que Mario Ruiz, uno de los gurús de los puertos en este país, fue el principal responsable de la confección de la lista de 150 subidas de la península ibérica.
Cabe decir que aunque la lista se refiere principalmente a subidas ciclables con bicicleta de carretera, existen diversas subidas de la lista que no están asfaltadas, pero que se incluyeron principalmente por ese criterio de singularidad paisajística al que me refería antes. ¿Quién se atrevería a cuestionar la presencia del Colle delle Finestre aunque esté sin asfaltar? Se puede decir que lo cumple todo: belleza inigualable, dureza para dar y vender y tras el Giro del año pasado, 100% mediático...
Modificación de los números
Es evidente que aunque los criterios sean objetivamente incuestionables, cualquier lista cerrada es susceptible de ser mejorada.
Pero ahí reside uno de los puntos fuertes del BIG.
Existe la posibilidad de cambiar unas cimas por otras. Partiendo de la base de la calidad innegable de la lista, como decía antes, la voluntad del sistema de cambios es principalmente suplir aquellas cimas cuyo estado de conservación sea más deficiente con el paso del tiempo, no tanto incluir aquellas subidas de dureza inhumana que algunos de nosotros andamos buscando como desesperados en las más recónditas urbanizaciones....
El mecanismo es sencillo. Todos los miembros pueden sugerir durante el año el cambio de una cima por otra, intentando siempre que la nueva esté, no sólo dentro del mismo país, sino también dentro de la misma área geográfica. Así, a final de año se recopilan los cambios propuestos y son votados por parte de los miembros del GIO (Una especie de Comité Regulador con los delegados de cada país). Los cinco cambios más votados se hacen efectivos en la lista que se publica el siguiente año. Ahora bien, siempre teniendo presente que los miembros mantienen el número de subidas realizadas aunque una cima que consiguió haya sido eliminada.

Organización
La organización del BIG se ha ido complicando con el tiempo y en la actualidad tiene a mucha gente implicada. Una base sólida como la actual es un augurio de un gran futuro. Existe un Comité Director con tres miembros (Daniel Gobert, Helmut Dekkers y Philip Hul), un delegado por cada actividad (Miembros, Encuentros, maillots, Diplomas, Resultados, etc.), un responsable de la revista y un responsable de los cambios anuales. Pero ahí no termina todo, cada país tiene un delegado si tiene menos de 30 miembros, dos delegados si tiene hasta 55 miembros, tres delegados cuando llega a los 55, cuatro cuando tiene 80 miembros y así hasta conseguir 5 delegados cuando son más de 105 miembros.
España tiene actualmente 31 miembros y por tanto dos delegados. Las funciones principales de los delegados están relacionadas con la votación anual de los cambios y el debate permanente a través de una lista de correos sobre los más variados temas relacionados con experiencias personales sobre puertos de montaña, estado de conservación de carreteras, etc.

Algunas cifras
A 31 de diciembre de 2005 el BIG tiene 440 miembros. Por nacionalidades, Bélgica tiene 135 miembros, Francia 100, Holanda 80, Italia 57 y España 31. Están representados muchos otros países con menos miembros.
Quizás os preguntéis si alguien ha conseguido completar las 1000 subidas de que se compone el reto del BIG. Pues bien, la respuesta es NO, y la verdad es que resulta muy difícil pensar que alguien pueda hacerlo. El líder de la clasificación es un belga llamado Etienne Mayeur que tiene nada menos 646 ascensiones.
Sobre las subidas más comunes realizadas por los miembros del BIG destaca en primer lugar el Galibier, seguido por Izoard y Alpe d’huez. Parece que los miembros del BIG saben escoger...

Cómo contactar
Podéis visitar la página web:
http://www.big-passacol.be/
Allí encontraréis mucha información, y también el formulario para ser miembro del BIG.
Si queréis ampliar información, o tenéis dudas podéis contactar al mail
Claudio.montefusco@gmail.com
Bienvenidos al reto!!!!