viernes, agosto 27, 2010

Colle delle Finestre: “Polvo, fatiga y sudor”

Publicado en el n.37 de la revista pedalier.
Foto: Sergi Ros


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El Giro nos enseña cosas nuevas. Innova mirando atrás, recordando lo mejor de tiempos pasados. La modernidad del asfalto relegó el romanticismo de los caminos de polvo y piedras. Quién no recuerda la época en que el Gavia todavía tenía tramos sin asfaltar, y no hace falta volver la vista muy atrás para recordar las etapas de este mismo año en Montalcino, por la “strade bianche” de la Toscana, o la cronoescalada a Plan di Corones que ya probó el mismo Contador en 2008. Y una de las primeras innovaciones de este siglo buscando zonas sin asfalto, fue la subida a Colle de Finestre en el Giro de 2005.
La etapa estuvo perfectamente diseñada, puesto que la subida era por la vertiente parcialmente sin asfaltar que más tarde veremos, y la bajada perfectamente asfaltada, para no correr demasiados riesgos. El final fue en Sestriere (donde ganó el venezolano José Rujano), en un final no excesivamente duro y que también evoca otra histórica etapa del Tour de 1992, con triunfo clamoroso de Claudio Chiappucci en suelo italiano, ante un Indurain que ese día sufrió una de las pocas pájaras que se le recuerdan.
El Colle de Finestre se inicia en la localidad italiana de Susa, pegadita a la frontera natural con Francia que supone el Col de Mont Cenis (Monte Cenisio en italiano). Susa queda encajada en un valle muy escarpado. Las cimas más altas que se ven a lo lejos están todavía nevadas a finales de junio, cuando nosotros hicimos esta subida tan especial.
La ascensión tiene una primera parte con infinidad de curvas de herradura que van ayudando a ganar altitud rápidamente. El principio es con toda seguridad la zona más dura, al paso por Meana di Susa con un kilómetro al 11,3%. La subida es muy constante en su pendiente y en su trazado: curva, contracurva, curva, contracurva. La carretera es muy estrecha y el bosque muy cerrado. El sol apenas puede colarse entre tanta vegetación y sólo cuando vamos ganando altitud podemos apreciar alguna espectacular vista sobre el valle de Susa. El paisaje cambia de repente y vamos llegando a la parte más temida de la subida.
Cuando el asfalto termina, un curioso cartel verde nos indica que empieza la “strada” del Colle delle Finestre, cuando es ahí precisamente donde empieza el “sterrato” (camino sin asfaltar). Ahí atravesamos el túnel del tiempo. El color verde de la vegetación cambia por el parduzco de la tierra y las fotos a color se vuelven en blanco y negro. Mientras voy subiendo recuerdo las imágenes de televisión de la etapa del Giro de 2005, en las que también jugaron con el blanco y negro. Qué bien hace eso el Giro. Danilo Di Luca vestido de blanco llegando arriba con las características herraduras de Finestre al fondo, mientras en primer plano se ve el suelo sin asfaltar. Momentos históricos que nosotros hoy viviremos en primera persona.
La calidad del suelo es infame, probablemente peor que con la capa de grava con la que se rebozó esta subida en el 2005. Es una pista ancha, eso sí, pero para aprovechar el esfuerzo al 100% hay que buscar la mejor trazada y no se puede alejar la vista del suelo.
Siento que es un día especial y me encuentro muy cómodo subiendo. De los cuatro días que hemos estado en los Alpes es hoy, en la subida a Finestre, cuando mejor me encuentro. Subo cerca de algunos compañeros que me han sacado minutos en otras subidas de días anteriores. Soy así, estas subidas me motivan. Mientras otros maldicen la falta de asfalto yo, con mi maillot retro negro de Pedalier, me imagino pedaleando en los tiempos de Coppi y Bartali con los neumáticos cruzados en el pecho.
Mediada la parte de la ascensión sin asfalto se divisa arriba el final del puerto. Comprendemos rápidamente el significado de Colle de Finestre: Puerto de las ventanas. Una torre fortificada con numerosas ventanas controlaba toda la subida procedente de Susa. Su mirada no nos abandonará ya durante los últimos kilómetros.
La subida es muy constante y se deja hacer. Solamente en algunas curvas cerradas con el firme en muy mal estado pienso que puede haber riesgo de poner pie al suelo, pero no por la dureza sino por la tierra suelta y la falta de tracción. Llego arriba más entero de lo que pensaba. Había dudado que con esas cifras brutales (19 km a una media del 8,8%, con 8 km sin asfalto) si el 34x25 podría ser suficiente, pero lo fue de sobras: es lo que tiene subir el puerto de primeras, y no llegar machacado después de otras subidas.
En la cima, junto al cartel de puerto que indica los 2.178 metros de altitud, vemos el monumento que se dedicó al corredor que pasó primero por ahí en el Giro de 2005, Danilo Di Luca. Subiendo a pie unos pocos metros, buscando un mejor punto de vista, nuestro fotógrafo Sergi descubre un pequeño santuario ciclista con el recuerdo a los cols más míticos de toda Europa. “Claudio, tienes que ver esto, alucinarás”. Así me tiene considerado, me conoce bien. En ese santuario hay piedras de pizarra simulando perfiles del Mont Ventoux, del Stelvio, del Gavia.... Situar en ese nivel a Finestre es exagerado, pero adoro esa capacidad de los italianos de inventar mitos y generar ilusiones. Claro que sí.
La obra se llama “Polvo, fatiga y sudor”, y es descrita así en un cartel en la misma cima: “Con la 19ª etapa del 88 º Giro d’Italia, el 19 de mayo de 2005, el Colle delle Finestre ha entrado en la historia del ciclismo mundial gracias a su trazado parcialmente sin asfaltar, único en Europa. La escultura está dedicada al corredor de los Abruzzos Danilo Di Luca y quiere recordar la gesta cumplida por él al pasar en primer lugar por el Colle delle Finestre. La obra en su conjunto incluye el recorrido de los 9 puertos más épicos del ciclismo (Izoard, Fauniera, Mortirolo, Gavia, Stelvio, Tourmalet, Mont Ventoux, Alpe d’Huez y Galibier) y, a través del uso de los elementos propios de la montaña: las piedra de las cimas, la tierra, el cielo y la luz que se refleja en los espejos, quiere representar el esfuerzo y la fatiga del ciclismo en altitud.”
La cima del Finestre también es el punto de partida de la Strada dell’Asietta, un recorrido cicloturista (en su mayoría sin asfaltar) de más de 60 kilómetros a más de 2.000 metros de altitud, que une los valles de Chisone y de Susa, que ofrece una ocasión única para descubrir algunas de las páginas más significativas de la historia de los Alpes Occidentales desde un punto de vista diferente. Un increíble itinerario histórico, artístico, ambiental y recreativo, perfectamente señalizado en diversas etapas, con final en Sestriere. Para más información podéis visitar http://www.stradadellassietta.it/.
Pero no todo el mundo valora Finestre como yo. Algún compañero del grupo que fue a los Alpes ni siquiera cogió la bici ese día. Otros hubieran preferido no continuar cuando despareció el asfalto. Sin embargo, para mí evoca grandes recuerdos ciclistas, como el Gavia sin asfaltar de los 90. Para mí es tan grande que ni siquiera los problemas de dopaje de Di Luca emborronan el recuerdo de Finestre. Como no lo hubiera hecho si llegamos a tener mal tiempo. El día que lo subimos fue climatológicamente espléndido, pero os confieso que no me hubiera importado subirlo en un día lluvioso. Cambio el polvo por barro y el título del artículo funciona igual. Es la leyenda de Finestre.

martes, agosto 24, 2010

Inglaterra: Piedras, nubes y ovejas

Publicado en el n. 37 de la revista Pedalier


Inglaterra Wrynose
Cargado originalmente por isus
Visitar un país como Inglaterra en lo ciclista es una experiencia nueva y diferente. ¿Cómo identificar una carretera inglesa? Fácil. Primero, los vehículos circulan por la izquierda, las distancias están en millas y la altitud en pies. Curioso, ¿no? Segundo, las cuestas son una constante en cualquier recorrido, el paisaje es montañoso, todo pasto, y aunque la altitud nunca supera los 900 metros, las pendientes son muy serias, no es difícil encontrarse con cuestas del 20%. Tercero, otro hecho distintivo son los muros de piedra que suele haber a los lados de muchas carreteras. Las piedras sobre las que circulamos en Flandes o en el Norte de Francia nos las encontramos en Inglaterra delimitando la carretera. Otra característica del marco inglés son los cielos espectaculares con unas nubes dramáticas que ofrecen todo tipo de matices. Durante nuestra estancia disfrutamos de fantásticos paisajes con unas nubes amenazadoras, aunque tuvimos la fortuna de que llovió muy poco. Y por último no entendería un paisaje rural inglés sin ovejas. ¿De dónde salen tantas?

El ciclismo británico está sufriendo un verdadero boom en la actualidad, aunque siempre ha sido un deporte muy practicado en las islas. Hoy día, con la aparición estelar de un sprinter que marcará una época, como es Mark Cavendish, la afición por la bicicleta se multiplica. La creación del equipo Sky este año 2010 con un líder nacional como Bradley Wiggins, también ayuda a que la práctica ciclodeportiva esté en pleno auge.

Nuestra visita a Inglaterra se produjo con motivo del encuentro internacional del BIG 2010, cuya sede principal fue Ambleside, en el distrito de los Lagos, región de Cumbria. Las fechas para las que se eligió el encuentro eran sin duda las más adecuadas, el mes de Mayo, en el que la pluviosidad es la menor de todo el año. El encuentro internacional de BIG es un momento del año para saludar a viejos conocidos, hablar de nuevos puertos escalados, recordar viejos puertos subidos y, en fin, mantener vivo el espíritu de la estirpe del escalador-viajero-explorador que representa en muchos casos el miembro del BIG.

Las vicisitudes de nuestro viaje fueron múltiples y posiblemente si vais a Inglaterra os pueda suceder lo mismo, o sea que tomad buena nota y, sobre todo, precaución. El tema alquiler de coche supone un problema. Además de conducir por la izquierda, hay que tener en cuenta que el cambio de marchas también en el lado contrario que los coches europeos. Hay que aprender a conducir midiendo las distancias por la izquierda, por lo que es relativamente sencillo dar o recibir algún golpe, y más si circuláis pos carreteras estrechas y con mucha pendiente como fue nuestro caso. Si no lo conseguís, es fácil que os pase como a nosotros y un incidente os prive del coche. Imaginaros el drama.

En lo ciclodeportivo, las oportunidades que se presentan en Inglaterra son múltiples. Antes de enumerar algunas de ellas, debo comentar que la mayoría de estas pruebas cicloturistas tienen una finalidad benéfica, con lo que aún se favorece más la participación popular. De estas iniciativas podríamos aprender en nuestro país. Sería bonito.

Aquí van algunas de las múltiples propuestas que ofrece el calendario inglés:

• En primer lugar destaca la Fred Whitton Challenge, una marcha cicloturista en el distrito de los Lagos que reúne la mayoría de las subidas más interesantes y por tanto más duras de la zona. Este año se ha celebrado el día 9 de Mayo. Se trata de una durísima prueba de 112 millas, (180 km) con salida y llegada en Coniston. Existe la posibilidad de hacer lo que ellos llaman la Four Seasons (Cuatro estaciones) Fred Whitton que es la posibilidad de hacer la misma marcha pero por libre y de forma gratuita, tomando tiempos de paso en algunos controles y pudiendo finalmente acreditar la finalización de la prueba. Más información: http://www.fredwhittonchallenge.org.uk/

• Otra posibilidad interesante en Cumbria, también en el distrito de los Lagos, es “The Cumbrian killer” El recorrido largo tiene 145 kilómetros y sube Blea Tarn, Birker Fell, Stickle Pike y Kirkstone Pass. También sube por la durísima vertiente este de Wrynose Pass y luego Hardknott Pass. El desnivel total de la marcha es de 2,620 metros.
• El Tour of Dartmoor es otra dura marcha que en algún medio se ha llegado a comparar a la Marmotte por su dureza. 170 kilómetros y 3.810 metros de desnivel son su carta de presentación. Se celebra el último fin de semana de Septiembre con salida en Devon, al suroeste de Inglaterra.

Y es que una de las principales características de las rutas en Inglaterra son sus cuestas. Para aquellos más entusiastas de las subidas una recomendación, el libro “100 greatest cycling climbs” (guía de las subidas inglesas para los ciclistas de carretera), libro escrito por Simon Warren y publicado recientemente por Cycling weekly (se puede adquirir online a través de http://cyclingweekly.ipcshop.co.uk/). Precisamente esta prestigiosa revista británica hizo una serie ya mítica que se llamaba “Killer climbs” (Subidas asesinas).

Por nuestra parte, descubrimos muchas de ellas en los cuatro días que duró el encuentro BIG, buscando y rebuscando las subidas inglesas que están en la superlista, haciendo un montón de kilómetros en coche y en bici para llegar al pie de ellas. En este reportaje os presentaremos unas cuantas de las subidas que hicimos, quizás las más duras, pero hay gente que volvió a casa hasta con 25 BIGs en la mochila.

En nuestro viaje a Inglaterra también pudimos hacer algunos de los recorridos por los que circulaba la histórica (aunque no tan antigua) Wincanton Classic, que se celebró de 1989 a 1993, también llamada Leeds Classic de 1994 a 1996, y que exploraba en sus recorridos algunas de las subidas emblemáticas de la zona, como Holme Moss que solía colocarse en los kilómetros finales y resultaba decisiva.

Cuando viajo con la bici el tiempo vuela. Sin darme cuenta ya era domingo. Otra vez tocaban las prisas por volver con el vuelo de bajo coste, pero esta vez sin el coche que habíamos chafado el sábado por la noche. Eso significa que Jesús, el fotógrafo, tuvo que acarrear todos los trastos (incluida caja de cartón donde meter la bici) hasta un lugar donde lo pudimos recoger. Y al día siguiente tuvimos, por obligación, que probar la calidad del transporte público inglés: había que llegar en tren y autobús hasta el aeropuerto. O sea que ya me veis apurando al máximo la salida de la mañana, desmontando la bicicleta dentro del tren y metiéndola en la caja de cartón ante la incredulidad del resto del pasaje. Ante los espectadores, mis nulas habilidades mecánicas parecían haber mutado hacia una destreza poco común en el montaje y desmontaje de la bici. Fuera sillín, fuera pedales, allen por aquí, cinta de embalar por allá. ¡Perfecto! Cuando ya estoy listo me giro y veo todo el papel de burbujas fuera de la caja y por tanto el cambio sin proteger. ¡Ya decía yo!

Para concluir un viaje tan accidentado sólo nos falto la aparición de la ya famosa nube de polvo volcánico que obligó a quedarnos en Liverpool más tiempo del previsto. O sea que tuve que pasar 24 horas adicionales en Liverpool. Y, horror, sin la bici, que ya estaba empaquetada. La solución estaba en hacer un poco de turismo y plantarle al mal tiempo buena cara. ¿Qué podíamos visitar en Liverpool? Lo clásico: el museo de los Beatles y Anfield. Fantástico. Pero es que además nos acercamos a la playa de Crosby, al norte de Liverpool, donde asistimos a una puesta de sol espectacular entre más de 100 estatuas fantasmagóricas que componen una obra de arte maravillosa y turbadora. Se llama Another Place y es obra de Antony Gormley. A las fotos me remito.
Foto: Jesús García Pastor

Ya lo veis, la bici es una manera genial de hacer turismo. Aunque ya esté empaquetada.

lunes, agosto 23, 2010

Subidas asesinas en Inglaterra

(Artículo publicado en el n. 37 de la revista Pedalier)
(Foto de Jesús García Pastor subiendo Fleet Moss, colección completa de las fotos de Jesús en: http://www.flickr.com/photos/isus/sets/72157624375882789/)

Kirkstone Pass
Esta fue primera subida de nuestro encuentro en el BIG y marcó la tónica de lo que nos íbamos a encontrar durante estos días en Inglaterra. Los ingenieros de caminos no se complican la vida: recta tremenda hacia arriba y ya está, sin complicaciones. La vertiente de Ambleside es conocida como “The Struggle” (la lucha). No hace falta decir nada más. Unas rectas interminables tipo escalones, alternando rampas de hasta el 18% con algunos tramos más asequibles. Arriba nos espera la Kirkstone Pass Inn (La posada del paso Kirkstone).

Datos vertiente Ambleside
Altitud 454 m.
Distancia 5,4 km
Desnivel 396 metros
Desnivel medio 7,6%
Desnivel máximo 17,85%
http://www.challenge-big.eu/es/big/83


Hardknott y Wrynose Pass.

Los gemelos. Probablemente lo más duro que hay en Inglaterra. Basta ver los perfiles para darse cuenta de que hablamos de subidas fuera de lo común. Entre los dos dibujan una M con las vertientes duras por el exterior y un valle menos profundo en medio. Veréis que en Hardknott hay dos kilómetros seguidos a más del 13% y rampas del hasta el 30%, como indican las señales de tráfico. Nosotros los encadenamos por las vertientes de Ambleside. Primero Wrynose, con un kilómetro entero al 15,8% y luego Hardknott, también muy duro por su vertiente corta. Cómo no, había que probar también la vertiente dura de Hardknott y ahí que nos lanzamos en un descenso muy peligroso por la exagerada pendiente. Media vuelta y para arriba. En las fotos os podéis dar cuenta del enorme esfuerzo que supone vencer sus rampas. Curva y contracurva, la respiración va al máximo, casi gritas y cuando crees que no lo vas a conseguir finalmente llegas arriba. Terrible. La competición por el más duro se la lleva Wrynose, según Cycling weekly.

Hardknott Pass
Datos vertiente Oeste
Altitud 393 m.
Distancia 2,9 km
Desnivel 306 m.
Desnivel medio 10,6%
Desnivel máximo 29%
http://www.challenge-big.eu/es/big/81

Wrynose Pass
Datos vertiente Este
Altitud 393 m.
Distancia 2,5 km
Desnivel 290 m
Desnivel medio 11,6%
Desnivel máximo 24%


Fleet Moss

Las fotos de Fleet Moss hablan por sí mismas. Sobre el kilómetro 5 encontramos un paredón espectacular con descansos y escalones que van aumentando su pendiente. En la rampa más dura hay que darlo todo y a partir de ahí ya suaviza un poco. Hasta la rampa posterior, señalada con un 20%, parece algo más llevadera en la realidad. Lástima que no hay cartel identificador de la cima, pero la imagen de esta subida es muy característica. Una subida asesina que no puede faltar el menú de un buen escalador.

Datos vertiente Hawes
Altitud 589 m.
Distancia 6,4 km
Desnivel 349 m.
Desnivel medio 5,5%
Desnivel máximo 22,05%
http://www.challenge-big.eu/es/big/84


Great Dun Fell

La carretera asfaltada más alta de Inglaterra. Su punto culminante es una estación meteorológica a la que se llega tras una subida inusualmente larga, por tratarse de Inglaterra. Incluye una tremenda rampa a cerca del 20% que el día que la subimos se perdía entre la niebla y la lluvia. Más tarde, una barrera restringe el tráfico rodado y el último par de kilómetros es apto únicamente para bicicletas y vehículos autorizados.

Datos de la subida desde Milburn (Knock)
Altitud 848 m.
Distancia 9,8 km
Desnivel 666 m
Desnivel medio 6,8%
Desnivel máximo 17,33%
http://www.challenge-big.eu/es/big/76

Honister Pass
Otra subida con tramos complicados de subir con el compact. La primera rampa dura se hace interminable y, como de costumbre aquí, te va minando la moral el hecho de ver todo lo que queda enfrente tuyo. Honister finaliza en un albergue de juventud y a la izquierda queda una mina en pleno funcionamiento que deja ver algunos caminos que asustan de pensar subiéndolos en bicicleta (todo terreno, eso sí).

Datos vertiente este
Altitud 362 m.
Distancia 4,5 km
Desnivel 273 m.
Desnivel medio 6,1%
Desnivel máximo 20 %

Whinlatter Pass

Un poco más pedalable que los anteriores. Figura en esta lista por el simple motivo que está incluida en la Fred Whitton Challenge y es muy probable que lo subáis cuando vayáis a Inglaterra. Algunas rampas muy duras permiten llegar a un centro para visitantes donde se puede obtener información del Parque Forestal de Whinlatter.

Datos vertiente Este
Altitud 342 m.
Distancia 4,3 km
Desnivel 263 m.
Desnivel medio 6,1%
Desnivel máximo 20%
http://www.challenge-big.eu/es/big/79

Holme Moss

La subida más representativa de la extinguida Leeds Classic. Sus cifras no marean al lado de sus vecinos, pero para tratarse de un muro incluido en una clásica tiene dureza para regalar. De nuevo una recta interminable visible a lo lejos y que te mina la moral a medida que vas avanzando la subida. Y mucho aire el día que lo subimos.

Datos vertiente Holmfirth
Altitud 524 m.
Distancia 4,9 km
Desnivel 327 m.
Desnivel medio 6,7%
Desnivel máximo 12%
http://www.challenge-big.eu/es/big/88


Mam Tor

Otra subida durísima y espectacular. Una brecha en la montaña y una carretera que la vence a través de una larga rampa al 20%: eso es Mam Tor desde Castleton, con un paisaje increíble. El verde que rodea la carretera parece irreal. Una montaña con historia singular, escrita a golpe de desprendimientos de su roca caliza. La vertiente de Edale es también durísima con 2,2 km a una media del 10,4%

Datos vertiente Castleton
Altitud 464 m.
Distancia 4,1 km
Desnivel 274 m.
Desnivel medio 6,7%
Desnivel máximo 24%
http://www.challenge-big.eu/es/big/90


Westernhope Moss

Difícil de localizar. Llegando a Daddry Hill se toma un desvío hacia la derecha que lleva a una carretera solitaria. Se sube progresivamente hasta alcanzar una valla que impide el paso de animales. Ahí toca bajar de la bici, abrir, cerrar y volver a sufrir... Como la mayoría de las subidas que presentamos, se trata de una carretera estrecha, sin pintar y con señales de tráfico que impresionan (17%), aunque en la realidad es algo más suave.

Datos vertiente Norte
Altitud 607 m.
Distancia 5,8 km
Desnivel 331
Desnivel medio 5,7%
Desnivel máximo 13,13%